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Barbero registra con 12 funcionarios una oficina del BCH en Barcelona para reclamar un talón

El juez Marino Barbero, instructor del caso Filesa, irrumpió ayer, al frente de una comisión judicial integrada por 12 personas, en una sucursal del BCH de Barcelona, donde recuperó un cheque girado en junio de 1987 por Catalana de Gas a Time Export, una de las sociedades del grupo de Carlos Navarro y Josep Maria Sala, por importe de 8,4 millones de pesetas. La factura pagada con ese talón, que pretendía justificar un informe -ficticio, según el instructor- de Time Export, sirvió al juez para instar el suplicatorio de Josep Marla Sala por falsedad y delito fiscal.

Al día siguiente de que el Tribunal Supremo reactivara el caso Filesa y el magistrado Marino Barbero decretase el secreto del sumario por tres días, el juez registró ayer la sede del Banco Central Hispano instalada en la calle Fontanella, número 68, de Barcelona, donde pidió revisar los movimientos bancarios de la empresa Catalana de Gas (hoy Gas Natural SA), en busca de un talón que demostraría, presuntamente, las irregularidades contables cometidas en un pago a Time Export.Previamente, el juez había solicitado la colaboración del BCH para revisar el archivo central instalado en dicha sede y examinar la contabilidad y demás soportes mercantiles de la entidad bancaria.

Barbero entró en la entidad bancaria al frente de una docena de personas, entre ellas el secretario judicial Ricardo Rodríguez, las peritos de Hacienda Pilar Valiente y María del Carmen González, el inspector jefe de Policía Judicial adscrito a la Sala Segunda del Tribunal Supremo José Luis Sánchez Poto y otra media docena de funcionarios policiales entre inspectores y policías nacionales. "Fue un despliegue alucinante" dijeron fuentes jurídicas.

En pocos minutos, el juez consiguió recuperar el talón que buscaba y que fue lo único que se llevó del banco. Los datos de ese talón constan en el informe dirigido por Marino Barbero al Tribunal Supremo el pasado 14 de septiembre, en el que instaba el suplicatorio del senador Josep Maria Sala.

Según dicho informe, el 20 de mayo de 1987, Time Export emitió una factura de 8,4 millones de pesetas a Catalana de Gas S.A., que ésta recibe el 11 de junio de 1987, por servicios de asesoramiento concretados en un informe titulado Estudio sobre operatividad de las exportaciones de tecnología gasista en los países del área mediterránea, "del cual ha sido imposible verificar su existencia real".

A requerimiento del instructor, el director de los servicios jurídicos de Gas Natural (antes Catalana de Gas), manifestó que en los archivos de la compañía no constaba documentación sobre el estudio facturado. Sin embargo, afirmó que lo que sí constaba era el pago de los 8,4 millones de pesetas mediante un cheque número 0468, fechado el 11 de junio de 1987 y remitido por correo contra la cuenta corriente 34.5315 del Banco Hispano Americano, que fue finalmente recuperado ayer por el juez Barbero.

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La factura girada por Catalana de Gas a Time Export sirvió a Marino Barbero para sustentar uno de los dos delitos de falsedad en documento mercantil por los que el juez Barbero instó el suplicatorio del senador del PSC-PSOE, "al haber hecho constar en ella que se recibió una cantidad por la redacción de un informe que jamás se escribió.

La misma factura sirvió tambien para imputar a Sala un presunto delito contra la Hacienda Pública, por no haber ingresado en Hacienda el impuesto correspondiente.

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