¿Simplemente utopía?
En relación a su editorial del día 26 de octubre sobre la propuesta de Michel Rocard de reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales, coincidimos en valorar que tal aportación -u otra similar- "apunta a una profunda transformación del sistema social y a una verdadera revolución cultural" y "que puede abrir caminos originales para la izquierda" (sic). Simplemente queremos recordar que la izquierda española, Izquierda Unida, en su programa electoral de las pasadas elecciones legislativas, planteó la propuesta de reparto del empleo, basada, de forma indicativa, en la abolición de la jornada partida y en la redistribución de los empleos y los horarios en las empresas en turnos de seis horas. Esta proposición fue planteada dentro de una alternativa económica que, en resumen, apostaba por un nuevo modelo de desarrollo social, económico y ambientalmente sostenible. En otras palabras, es una pieza más dentro de un puzzle, y fuera de éste pierde mucho de su sentido.Las reacciones a esta iniciativa por parte de algunos medios de comunicación fueron, cuando menos, desproporcionadas. Se nos llegó a tachar de alquimistas de pócimas alucinógenas, utópicos mesiánicos, adictos a la levitación, trogloditas, en fin, "parque jurásico" rojiverde. En realidad, lo que IU pretendía -entre otras cosas- era impulsar "una profunda transformación del sistema social" y promover "una verdadera revolución cultural" en el seno de la sociedad española. A veces leemos e incluso compartimos los editoriales de EL PAÍS.y tres firmas más. Área de planificación económica de IU.