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Polémica por 5 presas que cambiarán el mundo

Los embalses alterarán radicalmente el Amazonas, Yangtze, Danubio y Narmada

La energía de los ríos viene aprovechándose desde hace al menos 2.000 años; pero no siempre con tino y fortuna. Ahora mismo hay cinco proyectos megalómanos en el mundo, que están levantando fuertes polvaredas internacionales por sus consecuencias sociales, culturales, económicas y ecológicas en algunos de los ríos más emblemáticos del mundo: Yangtze, Danubio, Amazonas y Narmada. Los costes de cada proyecto superan el billón de pesetas. Cientos de miles de personas se ven obligadas a emigrar. El fracaso de la experiencia de Asuán está en la mente de todos.

El escritor Rudyard Kipling ambientó muchas de sus historias de la India colonial en el valle de Narmada. Ahora, gran parte de esas tierras quedarán anegadas por un gigantesco embalse, el de Sardar Sarovar, que pretende obtener agua para regadíos. Han comenzado ya las evacuaciones de los 245 pueblos que desaparecerán. Organizaciones ecologistas de todo el mundo han formado una piña contra este proyecto, que calculan va a inundar 12.000 hectáreas de bosque y 25.000 de tierras agrícolas, lo que obligará a emigrar a unas 100.000 personas.El proyecto ha sufrido constantes retrasos desde que se pensó en él en 1931. El principal obstáculo está en conseguir los 11.000 millones de dólares (un billón y medio de pesetas) que cuesta. El último en desconfiar en el proyecto ha sido el Banco Mundial, que exigió detallados estudios de impacto ambiental. El Gobierno indio decidió la pasada primavera renunciar a pedir el préstamo.

Otra presa india, la de Tehri, en el Estado de Uttar Pradesh, en las faldas del Himalaya, ha sido calificada como "inimaginable calamidad" por Sunderlal Bahaguna, uno de los principales ecologistas de la India. El presupuesto de la presa, en el río Bhagirathi -afluente del Ganges-, se acerca a los dos billones de pesetas. Está previsto que las obras terminen en 1997. Más de 80.000 personas tendrán que desplazarse. La ciudad de Tehri, con 12.000 habitantes, quedará a 320 metros bajo el agua. En ambos casos, el Gobierno destaca la necesidad de estos proyectos para dar regadíos y electricidad a la población.

Ecologistas y arqueólogos se han opuesto frontalmente al sueño de Mao, el gigantesco embalse del río Yangtze en uno de los valles más bellos de China: Las Tres Gargantas. El Gobierno comenzó en febrero las evacuaciones. En junio, dio el visto bueno al desplazamiento de un millón de personas. El presupuesto calculado: billón y medio de pesetas. El plazo: 18 años. La obra será la mayor del mundo para la producción hidroeléctrica, con una potencia similar a 18 centrales nucleares. Creará un lago artificial de 560 kilómetros de largo. El New York Times, tras calificar esta presa como la mayor obra que hará China después de la Gran Muralla, ha mostrado el gran dilema abierto: "Será el motor de la revolución industrial china o la más colosal tarta de fango y lodo del mundo".

Otra ambiciosa presa, la de Gabcikovo, ha puesto de uñas a húngaros y eslovacos. Gabcikovo va a cambiar totalmente el paisaje de una de las cuencas fluviales más importantes de Europa, la del Danubio. Las protestas no han dejado de publicarse desde que comenzaron las obras el octubre pasado para encerrar al río en un cauce artificial de 25 kilómetros.

En un informe publicado en el último número de la revista Gaia, editada por la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental, se señala que entre 1950 y 1986 se construyerron más de 31.000 presas de más de 15 metros de altura; 18.587 de ellas en China.

La Amazonia se enfrenta a otro complicado proyecto del Gobierno brasileño, el Plan 2020, que por el momento está suspendido por falta de dinero. Consiste en construir 78 centrales hidroeléctricas en plena selva para, sobre todo, abastecer de energía a empresas de extracción de minerales y metalúrgicas. En total, anegarían unos 100.000 kilómetros cuadrados -más que Andalucía- El Gobierno dice que, a fin de cuentas, esa extensión significa sólo el 2% de toda la Amazonia.

En la mente de los críticos de todas estas grandes presas está Asuán, en Egipto, inaugurada en 1970. El muro de la presa retiene desde entonces 120 millones de toneladas de sedimentos que antes fertilizaban el valle del Nilo, y en el gigantesco embalse se evapora anualmente el 20% del caudal del río más largo del mundo. El ingeniero agrónomo Francisco Lázaro Vázquez, que trabaja en el Instituto Nacional de Investigación Agraria, se ha traído de Egipto una idea muy clara de lo que ha supuesto Asuán: "El delta del Nilo y el Mediterráneo guardaban un equilibrio que ha quedado roto. Debiera ser un escarmiento para la humanidad; si no, es que estamos ciegos", informa Juan Carlos Núñez.

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