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600 chinos acuden ante la Dirección de Trabajo por un rumor falso

Unos seiscientos inmigrantes chinos se concentraron en las primeras horas de la mañana de ayer ante la Oficina de Extranjeros de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, en la plaza de Santa Bárbara, para solicitar permisos de trabajo. Algunos de ellos empezaron a esperar ya en la noche anterior ante la puerta de la oficina. Los chinos acudieron atraídos por un rumor según el cual se darían nuevos permisos de trabajo -dentro del cupo establecido para 1993- a aquellas personas que primero acudiesen a la Dirección Provincial.

A partir de las 10.30, la policía comenzó a disolver la concentración para que la Dirección Provincial no quedase paralizada. Según descripciones de varios paseantes y de algunos inmigrantes, los policías trataron a los extranjeros poco amablemente, les empujaron y les ordenaron marcharse sin darles una explicación. Algunos policías les llamaron "chinos de mierda", según contó con enfado un chino de 26 anos. Grupos de asiáticos se quedaron allí hasta las dos de la tarde, hora en que cerró la administración, para intentar la entrada en las oficinas. Pero la policía permitió el acceso sólo a personas con notificaciones oficiales.

Origen desconocido

La Dirección General de Migraciones informó luego, en un comunicado de prensa, de que los rumores que atraían a los inmigrantes chinos eran falsos y de origen desconocido. Puntualizó también que los extranjeros pueden obtener un puesto de trabajo únicamente si no hay mano de obra española adecuada para ese empleo. El Gobierno fija cada año un cupo de inmigrantes que pueden solicitar permiso para trabajar en España. Este año la cifra de inmigrantes legales es de 20.600, de los cuales sólo 10.100 son autorizados a trabajar permanentemente en el país. En Madrid el cupo es 2.900 inmigrantes, que encuentran trabajo principalmente en los sectores de la construcción y servicio doméstico.

Para solicitar un permiso de trabajo, los inmigrantes necesitan un visado de trabajo que obtienen en las embajadas españolas en su país, pero solamente cuando pueden presentar una oferta de empleo de una empresa española. Como es muy difícil conseguir ambos documentos en el país de origen, muchos inmigrantes entran ilegalmente en España y tratan de alcanzar aquí una oferta de trabajo.

En España viven, según calcula la Embajada de China, unos 20.000 ciudadanos de ese país, y 5.000 de ellos no tienen permiso de residencia. EL PAÍS informó en junio sobre una supuesta red de tráfico de pasaportes chinos que ayuda a conseguir ese permiso.

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