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Las universidades ofrecen 16.194 plazas más, pero aumentan los centros que limitan el acceso

La oferta de todos los distritos para el curso 1993-94 se aproxima a las 300.000

La Universidad española ofrecerá para el curso 1993-94 un total de 297.357 plazas de primer curso, 16.194 más que el año pasado, lo que permitirá atender a una demanda de 280.000 alumnos. Las posibilidades de elección de carrera para los alumnos que superen la selectividad pueden verse mermadas si se tiene en cuenta que 198 centros más se suman a los 962 que establecieron límites para el acceso en el curso 1992-93, aunque, al menos en el territorio gestionado por el Ministerio de Educación, las plazas que ofrecen los centros con númerus clausus crecerán en un 11,28%.

De acuerdo con el resumen de los datos facilitados ayer por la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación, se calcula que el próximo curso comenzarán sus estudios superiores 280.000 alumnos, de los que unos 220.000 ingresarán tras superar las pruebas de acceso (selectividad) entre las convocatorias de junio y septiembre. Los otros 60.000 accederán desde el ciclo superior de la formación profesional, mediante el sistema de ingreso reservado a los mayores de 25 años y desde otras carreras universitarias.Los alumnos que se acojan a la vía del distrito compartido dispondrán entre un máximo de 16.800 plazas y un mínimo de 7.902. El curso pasado la oferta fue de 6.810. Tras la reunión del último pleno del Consejo de Universidades, se anunció que este año algunas universidades, aunque no se precisó cuáles, aumentarían de 10 a 30 el límite de plazas por centro abiertas a los estudiantes procedentes de otros distritos.

La Secretaría de Estado explicó que de las 16.194 plazas de nueva creación, 13.332 corresponden a los campus de Andalucía, Cataluña y el territorio universitario dependiente de la gestión directa de Educación y Ciencia, y las otras 2.862 a Valencia, Galicia, País Vasco y Canarias.

En el territorio dependiente de la Administración central, la oferta de plazas de los centros con limitación de acceso pasa de las 94.434 del curso anterior a 106.417, lo que supone un incremento de 11.983 (11,28%).

La de Madrid, el distrito más numeroso, crece en un 9,2%, pasando de 43.739 puestos universitarios a 47.758. El incremento de 4.019 incluye los de nueva creación y los correspondientes a la ampliación de la oferta del año pasado.

Aunque la mayoría de sus centros repiten la oferta, hay algunas variaciones. Las más importantes se registran en la Complutense, cuya facultad de Económicas (campus de Somosaguas) aumenta sus plazas tanto para la licenciatura en Economía como para la de Administración y Dirección de Empresas (hasta ahora, denominada de Ciencias Empresariales). Cada una de ellas contó el curso pasado con 450 y, para el próximo, ambas aumentarán hasta 700.

La nota de corte para estudiar la especialidad de Economía General en Somosaguas fue 6,50 y en Ciencias Empresariales, 6,80. Si la demanda estudiantil se mantuviera, la calificación necesaria para el ingreso podría disminuir.

Algo similar puede suceder con los estudios de ingeniería naval, cuya única escuela, la de la Politécnica madrileña, ofrece este año 81 plazas más. En ella el curso pasado la nota de corte (la calificación del último de los alumnos ingresados) fue 6,70.

Entre las novedades más importantes de la oferta universitaria madrileña cabe destacar las 125 plazas para los estudios de la licenciatura en Educación Social, que se impartirá en su facultad de Educación, o para los de la licenciatura en Gestión y Administración Pública, otra nueva carrera, que podrá cursarse en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología (campus de Somosaguas), donde se ofrecen 110 plazas, y en el centro Ramón Carande, en Vicálvaro, que contará con 100.

La Universidad Carlos III mantiene las mismas plazas en todos sus estudios, salvo en los de ingeniería industrial, que pasan de 189 a 360 (la nota de corte fue 7,30) y los de ingeniería técnica en informática de gestión, que aumentan de 126 a 180. La Autónoma, por su parte, ofrece 100 plazas menos que el año pasado en su facultad de Derecho, donde la nota mínima de ingreso fue 5,60.

Curiosamente, en el curso 1992-93 fue posible el ingreso con un simple 5 en varias facultades de Medicina, los primeros centros en limitar el acceso hace ya más de diez años. Esta circunstancia se produjo en las universidades de Valladolid, La Laguna, Zaragoza, Cantabria, Valencia, País Vasco, Santiago de Compostela y Zaragoza. Las notas de corte más altas para iniciar los estudios de Medicina se registraron en la Universidad de Las Palmas (7,44), Autónoma de Madrid (7,40) y Málaga (7,22).

El PAÍS publicará el próximo martes, en su suplemento de Educación, las listas de la oferta universitaria en toda España, ordenada por carreras y con la referencia de las notas de corte del curso pasado.

Auge de las carreras técnicas y cortas

En el curso 1992-1993, según datos provisionales, estuvieron matriculados en la Universidad española 1.295.585 alumnos (41.780 en centros privados), lo que supuso un incremento global de un 8,49% sobre el curso precedente, 1991-1992.Cuando al principio de esta semana, se reunió el pleno del Consejo de Universidades, el ministro de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó la atención sobre algunos aspectos de la reciente evolución de la matrícula universitaria en España que, en su opinión, reflejan una mayor similitud con la del resto de las universidades europeas.

Por ejemplo, si se compara la matrícula de los dos últimos años por grupos de edad, se observa, como sucede en el resto de Europa, donde cada día se incorporan a la Universidad personas de mayor edad, que hubo un incremento de un 11,69% en el grupo de alumnos comprendidos entre los 25 y 31 años, porcentaje superior al que experimentó el sector de población que se encontraba en la edad teórica del aprendizaje universitario, el comprendido entre los 17 y 24 años, que sólo creció un 7,79%.

Pero también fueron superiores los índices de crecimiento del grupo de alumnos situados entre 31 y 40 años (8,58%) y el de los mayores de 40, con un 8,53%. Este último grupo de alumnos representa el 1,57% de la matrícula global, y el de los comprendidos entre 25 y 30 años, el 5,01%.

Otros datos significativos de ese comportamiento de la matrícula universitaria, que Rubalcaba califica de "europeizador", son los que reflejan una inversión en la tradicional tendencia de los estudiantes españoles a huir de las carreras técnicas y cortas.

Si se comparan los dos cursos de referencia (1991-1992 y 1992-1993), se observa que la matrícula en las carreras de humanidades creció un 0,95%; la de ciencias de la salud, un 4,49%; la de ciencias sociales y jurídicas, un 8,76%; la de ciencias experimentales, un 9,36%, y la de las carreras técnicas, un 13,96%.

El incremento de alumnos en las carreras de ciclo largo (licenciaturas, ingenierías superiores y arquitectura) fue de un 5,13%, y el de las cortas (diplomaturas e ingenierías técnicas), un 14,62%. Por otra parte, se mantiene la creciente incorporación de las mujeres a la Universidad, que ya superan en cifras absolutas a los varones: 669.754 mujeres en el curso 1992-1993 (51,70%) y 625.831 varones (48,30%). El incremento de las primeras sobre el curso precedente fue de un 8,57%, y el de los varones, 8,40%.

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