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Fanjul afirma que la inversión extranjera mantiene el 33% del capital de Repsol

El grupo petrolero Repsol tiene el 33% de su capital en manos extranjeras, según manifestó ayer su presidente, Óscar Fanjul, en la junta general de accionistas de la compañía. Esta importante presencia extranjera, en la que se incluye el 5% de Petróleos Mexicanos (Pemes), ha sido potenciada a conciencia por los responsables del grupo, que en 1992 realizaron una colocación en el mercado internacional del 13,3%. Tras dicha operación, el Estado redujo su presencia en Repsol al 41,1%. Entre el resto de accionistas destaca, además de Pemes, el BBV, con el 4,5%.La internacionalización es una de las principales preocupaciones de Repsol. Algunos datos permiten apreciar su cada vez mayor presencia exterior: el cash flow neto procedente de actividades externas fue de 36.000 millones de pesetas en 1992, la cuarta parte del total, y 1.065 de sus empleados (sobre un total de 19.632) trabajan en otros países. Es normal que una petrolera de un país que no tiene petróleo base su actividad de exploración y producción fuera del mismo.

Inversiones de 800.000 millones

La estrategia de Repsol, que en 1992 cumplió sus cinco primeros años, se basa además en la reducción de costes y en un ambicioso porgrama de inversiones. En éste último caso, Repsol prevé invertir 800.000 millones en los próximos cinco años, cantidad inferior a los recursos generados, por lo que la empresa no se verá obligada a aumentar su endeudamiento. Esta cantidad se destinará, principalmente a exploración y producción (174.000 millones) y a refino (200.000 millones), además de aumentar la red de gasolineras, ahora superior a 3.000 (65% del mercado).Sobre la reducción de costes, Fanjul señaló que que se seguirá haciendo hincapié en los laborales. Entre 1988 y 1992, la plantilla se redujo a un 23% y "aunque lo más difícil ya ha pasado, todavía será preciso continuar con ajustes", dijo. En 1992 la plantilla se redujo en 1.216 personas y para 1993 se recortará en 1.000 más, con un gasto de unos 3.000 millones. Además, Repsol quiere contener el aumento de los salarios para ganar productividad. En estos momentos negocia con los sindicatos acuerdos para Repsol Química y Petronor. Ayer, representantes de los sindicatos se encerraron en la sede del grupo e hicieron acto de presencia en la junta.

De la quincena de intervenciones que hubo en la junta de accionistas, Fanjul pudo anotar cuatro datos importantes: la queja generalizada de los usuarios de Gas Butano por el servicio, el aumento del precio de la gasolina tras la liberalización del mercado a principios de 1993, la creciente preocupación por la ecología y, por último, la preocupación de algunos accionistas de que él vaya a ser ministro en el próximo Gobierno.

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