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El 'Hespérides' buscará los restos del naufragio del 'San Telmo' en la Antártida

Un equipo de investigadores españoles y chilenos utilizará el buque oceanográfico español Hespérides, en la campaña antártica 1993-1994, para buscar en las costas de la isla Livingston el buque español San Telmo, desaparecido en los mares de la Antártida en 1819.

En mayo de 1819, el navió español, San Telmo partió de Cádiz con otros tres buques hacia El Callao (Perú). El septiembre, al doblar el cabo de Hornos en medio de una gran tempestad, las dos fragatas -el otro navio había abandonado ya la flotilla pierden contacto con el San Telmo. "Tenía averías de elementos fundameltales para gobernar la navegación, pero no para hundirse inmediatamente", explicó ayer Manuel Martín-Bueno, catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza e investigador principal del proyecto de búsqueda de los restos del buque en las costas de la isla Livingston (Shetlands del Sur), donde está instalada la base española Juan Carlos I, en el que participan ocho científicos españoles y cuatro chilenos.Los. náufragos españoles del San Telmo, si es que no perecieron los 644 tripulantes que iban a bordo, pudieron ser los primeros hombres que pisaran la Antártida, algunos meses antes de que el británico William Smith avistara, esas tierras y hielos y pasara a la historia como su descubridor, comentó Martín-Bueno. Esto podría tener implicaciones en las reivindicaciones territoriales en la Antártida, aunque Martín-Bueno recordó que este tema está en suspenso por el Tratado Antártico, que declara el territorio libre para la ciencia.

El estudio de la zona, la investigación de vientos y corrientes y la consulta de documentos en archivos españoles y británicos ha permitido a Martín-Bueno elaborar las hipótesis más probables acerca del destino del San Telmo. "El buque pudo llegar a la deriva hasta esas costas, tal vez se desfondó..., algunos supervivientes pudieron llegar a tierra y resistir algunos días".

74 cañones

El San Telmo, construido en 1788, medía 70 metros de eslora y 17 de manga. "Era mucha madera, que en las aguas antárticas le conserva bien, y llevaba 74 cañones. Si los restos del naufragio están allí, podemos detectarlos con las técnicas modernas de prospección geofísica", explicó Martín-Bueno. Los investigadores utilizarán los equipos de sonar de barrido lateral y de detección magnética, entre otros. En la próxima campaña del Hespérides se hará el estudio hidrográfico de la zona para conocer bien los fondos e intentar localizar el casco del buque. En 1994-1995 se intensificará el trabajo con buceadores. El presupuesto del proyecto para este año es de 20 millones de pesetas.Antes de emprender el camino hacia la Antártida el próximo otoño, el Hespérides, hará dos campañas de verano, de un mes cada una (en el Mediterráneo occidental y en Canarias), según explicó ayer Luis Oro , secretario general del Plan Nacional de Investigación y Desarrollo. Ambos proyectos estudiarán la productividad biológica marina.

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