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Una semana de silencio

La familia real descansa en Lanzarote tras los funerales de don Juan de Borbón

La familia real se repone en Lanzarote del dolor por la muerte de don Juan de Borbón. Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, el príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina llegaron el pasado viernes a la isla canaria, donde pasarán unas vacaciones hasta el miércoles o jueves próximos, acompañados de la viuda del conde de Barcelona, doña María de las Mercedes, las infantas Pilar y Margarita y otros 10 familiares. La visita coincide con el cambio en la presidencia del Gobierno autónomo registrado en esta comunidad."El sentido de este viaje es el de una familia que desea en estos momentos estar unida y descansar varios días en un lugar tan tranquilo como esta isla", señaló la portavoz de la Casa Real, Asunción Valdés. El benjamín de la expedición, Luis, de poco más de un año y medio, viajó junto a sus padres, Simoneta Gómez-Acebo y José Miguel Fernández Sastrón. También figuran entre los visitantes los otros cuatro hijos de la infanta Pilar -Juan, Bruno, Beltrán y Fernando-, así como el esposo de la infanta Margarita, Carlos Zurita, y sus hijos, Alfonso y María.

La Mareta, una residencia donada en 1989 por el rey Hussein de Jordania a los reyes de España, que hoy es propiedad del Patrimonio Nacional, servirá por una semana de retiro para la familia real. En esta villa de Lanzarote, que ocupa más de 26.000 metros cuadrados, con canchas deportivas, piscinas y helipuerto, y que consta de un edificio principal (cinco habitaciones, varios salones, despacho y bodega) y varios apartamentos adosados, podrá encontrar la intimidad que busca, a la orilla del mar.

El Rey y su madre efectuaron ayer un recorrido turístico por la isla en un vehículo de alquiler conducido por el monarca. Ambos efectuaron una gira por la capital, Arrecife de Lanzarote, sin apearse del vehículo.

Como Gorbachov

La familia real ha elegido esta señalada ocasión, una vez concluido el luto oficial por la muerte de don Juan, para conocer personalmente La Mareta, situada en un lugar apartado de la turística zona de Costa Teguise. La casona había servido durante el pasado verano para que los Gorbachov, invitados por los Reyes y el presidente del Gobierno, se recuperaran del intento de golpe de Estado de agosto de 1991 en Moscú.La familia real ha de atesorar ahora nuevas energías para afrontar en las próximas fechas una intensa agenda de trabajo, en la que figuran actos y viajes oficiales aplazados a raíz de la enfermedad y fallecimiento del conde de Barcelona.

Esta visita se produce en medio de un profundo cambio político experimentado en las islas. En la base aérea, los Reyes se detuvieron a charlar con el nuevo presidente canario, Manuel Hermoso, quien debutó en el cargo asistiendo precisamente, junto a su esposa, el pasado miércoles, a los funerales por don Juan de Borbón en El Escorial. Don Juan Carlos confirmó a Hermoso una próxima audiencia en La Zarzuela "para hablar de Canarias largo y tendido", según el presidente canario, quien se refirió a los Reyes como "los valedores de las islas".

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