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Los obispos votan por el cambio y optan en el sondeo por Yanes como presidente del episcopado español

Los obispos españoles están dispuestos a cambiar el rumbo de la Conferencia Episcopal Española, progresivamente desvitalizada durante el sexenio de presidencia del cardenal Ángel Suquía. Los prelados, en la votación de sondeo realizada anoche, optaron por Elías Yanes, arzobispo de Zaragoza, como nuevo presidente. El resultado representa, según medios episcopales, un duro revés para el equipo saliente e, indirectamente, para el nuncio en España, Mario Tagliaferri. Ambos habían depositado sus confianzas en el arzobispo de Barcelona, Ricard Marla Carles, que ocupó el segundo lugar en el sondeo, que no tiene valor jurídico. La votación definitiva se realiza hoy.

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Carles, apadrinado por Suquía y Tagliaferri, tenía la lógica matemática a su favor. Contaba con el respaldo del sector conservador, que dió la victoria hace tres años a Suquía, cuando obtuvo 45 votos, y durante el último trienio engrosado sus filas con gran parte de los 11 nuevos nombramientos de prelados. El nuncio incluso departió en la mañana de ayer ante los prelados con Carles. No obstante, la aritmética se reveló anoche incorrecta. Buenas parte de los obispos del sector conservador se rebelaron con sus papeletas contra un sexenio gris, de despersonalización progresiva de la Conferencia, que está muerta de aburrimiento", según el diagnóstico de un prelado. "Quizás paguen en estas elecciones la grisura de esta etapa", señaló otro obispo de sensibilidad abierta hace una semana.Así parece que ocurrirá hoy, en la votación definitiva. Yanes arrasó prácticamente en el sondeo. Los 74 obispos presentes en el aula tenían que poner en su papeleta el nombre de tres obispos. A los 20 minutos se conocía el resultado. Un ordenador agilizó el recuento, realizado en otras ocasiones a mano y viva voz. 36 prelados colocaron en primer lugar al arzobispo de Zaragoza, frente a los 24 que optaron por Carles. En tercer y cuarto lugar salieron Fernando Sebastián, arzobispo coadjutor de Granada y administrador apostólico de Málaga, con ocho votos, y Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, con 2. El resto de los votos se repartió entre tres obispos -Antonio Dorado de Cádiz-Ceuta; Santiago García Aracil, de Jaén; y Antonio Palenzuela, de Segovia- y un arzobispo, Antonio Rouco.

Tras esta votación de sondeo, una norma no escrita que en términos de democracia civil equivaldría a la presentación de candidatos, desencadenó cierta euforia contenida entre los partidarios del cambio. Estas fuentes daban por hecho, salvo sorpresa mayúscula, que Yanes será elegido hoy nuevo presidente de la Conferencia Episcopal con un mínimo de 46 votos, más que suficiente para obtener la mitad más uno de los 80 posibles. El arzobispo de Zaragoza contaría hoy, según estos cálculos, con los prelados que depositaron ayer su confianza en su candidatura más los, 10 que respaldaron a Sebastián y Díaz Merchán. Por contra, Carles sólo aglutinaría en torno a su candidatura 28 votos.

Debilidad conservadora

La debilidad del sector conservador, o menos abierto del episcopado, se reveló ya en la sesión que la comisión permanente del episcopado, enlace entre la ejecutiva y la plenaria, tuvo a primera hora de la tarde. Este organismo, que agrupa a 22 obispos, elaboraba entonces la terna de candidatos a la. secretaría general que, según los estatutos, debe presentar a la plenaria. La terna definitiva quedó compuesta por este orden por Luis Gutiérrez, religioso claretiano y auxiliar de Madrid; Santiago García Aracil, titular de Jaén; y_Lluís Martínez Sistach, obispo de Tortosa.

A esta tema podían añadirse nuevos candidatos, siempre y cuando estuvieran respaldados por la firma de 10 obispos. La inseguridad del sector aglutinado en tomo a Suquía llevó a dos grupos de 10 obispos cada uno a plantear dos nuevas candidaturas: una, para garantizar la presencia de García Aracil, en caso de que no fuese elegido por la permanente. La otra, para equilibrar la presencia de un auxiliar de Madrid -Gutiérrez, promovido por el sector más abierto- con otro compañero, también auxiliar de Madrid. Así surgió el cuarto candidato que optará a la secretaría general: Javier Martínez, próximo al movimiento neoconservador Comunión y Liberación. La tradición aconseja que el secretario general, que lleva el día a día de la Conferencia, tenga la residencia en Madrid. Así ocurrió con Agustín García Gasco, secretario saliente y arzobispo de Valencia, y con Fernando Sebastián, que fue liberado de su diócesis de León.

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