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La pobreza crece en América Latina un 4% anual

La recesión económica de los años ochenta ha llevado a América Latina a un empobrecimiento, que afecta al 45% de la población. La pobreza aumenta de forma acumulativa en un orden del 4% anual, según el informe del Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo.En las zonas rurales se calcula en 76 millones el número de indigentes, mientras que la CEPAL estima en 183 millones el número de personas por debajo de los mínimos de pobreza, de los que 100 millones se encuentran en los núcleos urbanos.

Sólo las consecuencias nutricionales del contexto expuesto originan la muerte anual de cinco millones de niños menores de cinco años. La disminución de la producción alimenticia proporcional por habitante se acerca al 1%: a pesar de las posibilidades naturales, prácticamente no se produce para el autoconsumo.

El inmenso potencial se ve frenado ante el objetivo empresarial y macroeconómico, que topa con el proteccionismo, a las importaciones establecido con los países desarrollados, a pesar de que las exportaciones de productos manufacturados de estos países son libres.

Mientras tanto, las importaciones de cereales en América Latina, especialmente de trigo, se han multiplicado por diez en los últimos diez años, para alcanzar en el 88 2,5 millones de toneladas; las de leche en polvo se han duplicado y se situan en 83.000 toneladas; y las de aceite vegetal se han triplicado hasta alcanzar 136.000 toneladas.

Como promedio, la ayuda alimentaria internacional se ha situado en más de siete kilos por persona en 1987 y 1988. Datos aún más incongruentes, porque la región es originaria y productora de los 20 cultivos alimentarios básicos, como tambiénmo también de los 20 cultivos industriales más importantes, con un porcentaje del 36% y del 34% de la producción mundial, respectivamente.

Pese a este potencial y según el concepto de desnutrición como pasar hambre -"aquellas personas con una ingestión nutricional inferior a 1,4 veces la tasa de metabolismo basal"-, América Latina cuenta con no menos del 14,2% establecido en el periodo 1983-1985; cifra proporcionalmente inferior al 21,5% de desnutridos censados en los países pobres.

Por otra parte, ya en 1980 se estimó que 60 millones de, suramericanos estaban afectados de anemia, 30 millones padecían en mayor o menor medida de bocio, originado por carencia de yodo, y 250.000 sufrían cretinismo endémico.

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