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EL FUTURO DEL VIEJO CONTINENTE

Kohl y Mitterrand quieren la rapida ampliacion de la CE y la ven compatible con el fondo de cohesion

París y Bonn quieren que la ampliación de la Comunidad Europea se acuerde el año que viene y confían en que de la inminente cumbre de Edimburgo salga un compromiso sobre el paquete financiero, que incluye los llamados fondos de cohesión reclamados por Madrid, aunque rechazan que pueda haber una relación entre lo uno y lo otro. Las consultas franco-alemanas, que concluyeron ayer en Bonn, pusieron de relieve la firme determinación de¡ canciller Helmut Kohl y del presidente François Mitterrand de sacar adelante el proyecto europeo contenido en el Tratado de Maastricht.

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Una muestra de su entendimiento es que Alemania se aproximó ayer a Francia en la disputa sobre el acuerdo agrícola entre la Comunidad Europea y Estados Unidos. Del comunicado conjunto sobre el tema agrícola se desprende que Kohl, empujado por la gran industria alemana, no consiguió convencer a Mitterrand, presionado por sus agricultores, para que aceptara el acuerdo, sino todo lo contrario.El texto, tras insistir en que "las dos partes están de acuerdo en la necesidad de una solución global y equilibrada, aceptable por todos", recoge, por separado, las posturas de los dos países ante el proyecto de acuerdo al que han llegado recientemente los negociadores europeos y norteamericanos.

No es nada nuevo en la posíción de París, que sigue considerándolo "inaceptable". Pero Bonn varía sustancialmente la suya, hasta ahora abiertamente favorable al proyecto. Es una cuestión de matices, pero que indica claramente que, de aceptar casi sin remilgos el proyecto, pasa a considerar que "el resultado global" es sólo "susceptible. de ser introducido en el marco de la reforma de la PAC y de sus instrumentos" y considera que el reequilibrio está "por debajo de las expectativas iniciales".

Pero, más allá del texto del comunicado, el propio canciller Kohl, en la conferencia de prensa ofrecida al finalizar las consultas, insistió en que el acuerdo de la Ronda Uruguay del GATT tiene que comprender el tema de los servicios y de la propiedad intelectual. "Queremos un tratado global", añadió, para insistir a continuación en la importancia de la agricultura en Alemania y en Francia "por razones económicas, ecológicas y culturales". "No veo diferencias entre lo que pensamos los dos", comentó Kohl. "Conseguiremos el acuerdo pronto y juntos".

[Washington ha decidido definitivamente levantar sus amenazas de penalizar las exportaciones alimenticias y de vino europeas desde el domingo. "Estamos trabajando desde el supuesto de que la amenaza de una guerra comercial ha pasado", comentó ayer un portavoz de la Comisión Europea, en Bruselas].

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Reino Unido y Dinamarca

"Tendremos un orden del día difícil", comentó el canciller refiriéndose a la cumbre de Edimburgo. "Diez países habrán ratificado el Tratado de Maastricht y esperarnos que Dinamarca y el Reino Unido lo hagan antes de la próxima primavera. No tenemos tiempo que perder".

"Ya hablaremos en Edimburgo", señaló el primero, "no debemos llegar con las ideas preconcebidas, ni quiero prejuzgar, pero esperamos una Europa a Doce. No queremos expulsar a nadie, aunque debe quedar claro que el tratado no se renegociará; no vamos a aceptar una Europa a la carta, y, en cuanto a los retrasos, debo decir que no debe ser el barco más lento el que determínela velocidad de la flotilla".

Según Kohl los temas de la cumbre serán el principio de subsidiariedad, el principio de transparencia y el tema de la financiación. "Un compromiso", señaló, "sobre lo que se llama el paquete Delors".

El canciller, sin embargo, negó que pudiera establecerse una relación entre la ampliación y la aprobación del paquete financiero, más concretamente del fondo de cohesión que reclaman los países menos ricos de la CE, tal y como indicó el día anterior en Bonn el ministro de Exteriores español, Javier Solana.

"No existe el chantaje en nuestras relaciones, no es el estilo de la Comunidad. Somos socios, somos amigos, y esto significa que tratamos de ayudarnos mutuamente", añadió Helmut Kohl. "Como alemanes, que somos una de las economías más fuertes de Europa, nos interesa una Europa en la que no haya, grandes diferencias entre unos y otros. El 55% de la producción alemana se exporta a la CE".

Pero el canciller explicó que el esfuerzo de ayuda alemán se dirige a muchos otros sitios y que "la solidaridad no se aplica sólo para los países mediterraneos, sino que también a otros países del Norte". "Hay que encontrar un equilibrio", dijo.

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