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Oposición y sindicatos critican los Presupuestos y la congelación salarial para los funcionarios

Los partidos de la oposición parlamentaria y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han coincidido en criticar los Presupuestos Generales del Estado para 1993 y la congelación de los salarios de los funcionarios públicos, aprobados el pasado viernes por el Consejo de Ministros. Frente a esas críticas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se muestra comprensivo y el vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra, ha realizado una cerrada defensa de los presupuestos, por considerarlos adecuados para limitar los desequilibrios de la economía y porque no suben los impuestos.

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, ha calificado de "incongruentes" los Presupuestos elaborados por el Gobierno para el año que viene y que significan un "ejercicio hacia no se sabe dónde", informa desde Ávila Carlos de Miguel. "Ya se sabe lo que se les ofrece a los españoles", dijo Aznar, "más impuestos, más desempleo, un país más caro y mayor endeudamiento".Aznar manifestó que España está entre los países europeos débiles y poco competitivos por culpa del Gobierno y no de factores externos, por una "política muy incorrecta". "Alguien tendrá que ser el responsable'", señaló, ante "un horizonte de más de tres millones de parados y un crecimiento muy corto y una inversión negativa".

El líder conservador no confía en una posible austeridad y ahorro del gasto público porque "este Gobierno es la viva imagen de una política de despilfarro".

Otro miembro del PP, Manuel Núñez, declaró que el recorte salarial aplicado a los funcionarios es "excesivo" y debería ir precedido de una congelación de los sueldos de los altos cargos.

El coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, aseguró que los presupuestos "son la culminación de un fracaso" y predijo que colocarán la economía en una situación aún más grave que la actual.

El Centro Democrático y Social (CDS), al igual que los sindicatos CC OO y UGT, centró sus críticas a los Presupuestos en su efecto sobre las rentas de los funcionarios, a quienes se ha ofrecido un aumento salarial neto para el próximo año del 1,2% -más la cláusula de revisión de 1992 y su consolidación en tablas salariales-.

Comisiones Obreras amenazó con una respuesta "contundente" a la oferta, que rechaza, al igual que UGT. Esta organización considera los Presupuestos para 1993 "ineficaces, como los de 1992" y "un hachazo". Para Comisiones Obreras, los Presupuestos "cargan el peso de la crisis sobre los trabajadores" y califica los presupuestos de "muy restrictivos, con una disminución del gasto real del 3%" y con una importante repercusión negativa en el empleo. No comparte tampoco con el Gobierno el objetivo central aducido para confeccionar los presupuestos, que es la reducción acelerada del déficit público.

El CDS, a través de su presidente, Rafael Calvo Ortega, coincidió con las centrales sindicales y declaró "inasumible" la subida salarial para los funcionarios en 1993. Para el CDS, las medidas de ajuste "llegan tarde".

Dudas del PSOE

Por su parte, Carmen García Bloise, miembro de la ejecutiva del PSOE declaró que se está dando una visión excesivamente negativa de la realidad. "No me creo", dijo, "que no haya soluciones para evitar una visión tan negativa".Jordi Pujol se mostró comprensivo ante el restrictivo anteproyecto de Presupuestos Generales que ha elaborado el Gobierno para intentar hacer frente a la crisis económica que sufre el país.

"A mí no me gustan nada [los presupuestos], pero me imagino que a Solchaga tampoco", apuntó Pujol. El presidente catalán criticó, sin embargo, que la política económica del Gobierno no vaya acompañada de un equilibrio en la política monetaria, presupuestaria y fiscal. "Se tendría que ayudar a las empresas porque son las que crean riqueza y evitan el paro", opinó.

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