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Entrevista:

"Corleone alza la ceja y sus chicos disparan"

Pregunta. Cuando escuchó su absolución, ¿lloró?Respuesta. En ese momento, no, la sentencia era muy larga. No por fuera.

P. Por dentro, lloró ¿de alegría? ¿Con ira?

R. No exactamente, por eso. Casi era el premio al esfuerzo. La sentencia es el resultado de un trabajo muy bien elaborado por la defensa, y del trabajo serio de la fiscal.. Aunque supongo que la decisión tiene también una vertiente política.

P. Pero ¿además de las consideraciones jurídicas, cree que el tribunal ha respondido al juicio político al que estaba sometida usted fuera de la sala?

R. Aunque se haya desarrollado un juicio penal, el fondo no era penal, era político. El presidente de la sala no quería que se celebrara un juicio político, que es el camino por el que iba la acusación. Pero en las sesiones se celebraba en cierta manera un juicio político. El más mezquino que una persona puede tener por lo que se prestaba a la vejación personal, para mí lo más hiriente.

P. El acoso contra usted ¿arranca de que tenía acceso directo, por amistad, a Felipe González y a que escapaba al control de quienes mandaban en el aparato del PSOE?

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R. Sin duda. Para mí fue una trampa inesperada...

P. ¿Fue llevada a una trampa?

R. A muchas.

P. ¿Qué trampas?

R. Yo hice propuestas de gestión que el Consejo de Administración impidió que se realizasen con la normalidad. Simplemente para impedir que mejorase la gestión. ¡Alegar, como se hizo, que así no se defendían los intereses de RTVE, cuando en dos años se triplicaron los ingresos del Ente! Ese tipo de barbaridades solían decir los consejeros socialistas. ¿Dónde están hoy esos consejeros?

P. ¿Por qué el PSOE quería obstaculizar la labor de uno de sus principales cargos públicos?

R. La ejecutiva del partido no estaba de acuerdo con que se cambiara la gestión del Ente. Ni con que se cambiara a la persona que estaba antes que yo [José María Calviño]. No contaban con ese cambio y sí con el suficiente poder como para que eso estuviera atado y bien atado.

P. Tras esa experiencia ¿cree que se puede defender la independencia en un cargo público y sobrevivir a las luchas por el poder en un partido?

R. Se puede ser independiente militando en -un partido, pero se acaba mal. Se acaba teniendo que elegir entre tu independencia y el partido, si ejerces un cargo.

P. Después de haber abandonado la militancia en el PSOE, en 1989, ¿se siente huérfana o independizada políticamente?

R. Me siento libre.

P. ¿Qué ha ocupado el lugar de ese compromiso político: el escepticismo, la reclusión en la vida profesional y privada?

R. No. Sigo en la política. Siempre he peleado y seguiré peleando. Mi compromiso es. el mismo: ser una persona con una clara ideología de izquierdas.

P. ¿Qué es hoy ser de izquierdas?

R. Ser hoy de izquierdas es ser un perro verde. Yo creo que ser de izquierdas consiste, entre otras cosas, en que el interés común prime sobre el interés personal, fundamentalmente.

P. ¿Ha sentido cerca en todo este tiempo, durante el procesamiento, a su amigo González?

R. Sí, a su manera.

P. Hay interpretaciones de la cercanía que pueden acabar pareciéndose mucho a la lejanía.

R. Yo siempre lo he sentido cerca, quizá porque sé lo que piensa. Quizá porque yo, se lo pongo bastante fácil. No le pido que haga excepciones conmigo.

P. Porque no le pide que le proteja.

R. Sí. Además, pienso que no me tiene que proteger.

P. Pero podía haber evitado el acoso político..

R. Yo sólo digo que no lo ha hecho. Que podía haberlo hecho, y que no lo ha hecho.

P. Ha rehuido identificar al responsable político de que haya estado en el banquillo. Pero si se tiene en cuenta que el acusador fue persona de confianza de Calviño y éste de la plena confianza de Guerra...

R. No hable en pasado, hable en presente.

P. ¿Sigue ejecutando Calviño las instrucciones de Guerra?

R. Creo que sí. Cuando Corleone levanta la ceja, sus chicos disparan.

P. ¿En la política o en los negocios?

R. En los negocios de la política. Por ejemplo, Renfe. Y no le digo más y hay mucho más.

P. Le preguntaba que se puede deducir que el responsable político de que usted haya ido a los tribunales es Guerra. ¿No?

R. Uno de ellos.

P. ¿Los otros están también en la ejecutiva del PSOE?

R. La mayor parte.

P. ¿Quiere decir que en la dirección del PSOE hay quienes intentan condicionar al presidente del Gobierno?

R. Yo creo que lo condicionan de alguna forma cuando pueden, o cuando se deja y no suele. De ahí el difícil equilibrio mantenido sin acritud.

P. ¿Le consta si Calviño, usó dinero de RTVE para pagar gastos de representación irregulares?

R. Constan las auditorías de los años 1984 y 1985 realizadas por la misma persona que efectuó las de los años siguientes.

P. ¿También se compraba ropa interior con cargo a los presupuestos de RTVE?

R. No se sabe lo que se compraba, porque él no necesitaba justificar los gastos. Me remito a las auditorías que le he citado, que han estado secuestradas hasta la mitad del juicio.

P. ¿Quizá Calviño fue más listo, aunque no más austero?

R. No más listo, ni más austero. Más político, y con un equipo con muchas ramificaciones.

P. ¿Quiénes están en ese equipo?

R. Gente que tiene el poder del aparato. ¿Quiénes son?

P. El secretario de organización del PSOE se llama Txiki Benegas; el ex secretario de finanzas, Guillermo Galeote...

R. Alguno está ahora en la nevera ¿no?

P. En cierto momento dijo que el final de Guerra sería terrible. ¿Lo ve próximo?

R. No, no mucho.

P. Pero ¿no cree que mucha gente seguirá pensando que usted se pasó al cargar en los presupuestos ciertos gastos suyos?

R. Por eso peleo, por que la gente no siga pensando eso.

P. ¿Volverá a la política, a un cargo público?

R. No he me ido de la política. No me planteo lo del cargo.

P. El abandono del PSOE ¿ha conllevado el alejamiento de esa familia política...

R. Yo no tengo familia. Y política, menos. Yo conecto y trabajo con las personas con las que me entiendo. Ésa es mi tribu.

P. No ha sustituido un partido político por otro.

R. No creo que en el PSOE todos sean abominables, en absoluto. Hay muchos, pero no todos.

P. ¿Volverá a votarle?

R. No está muy claro a quién se puede votar para que arreglen un poco las cosas, no las del 97. Hay incógnitas, como qué va a pasar en Izquierda Unida, la opción que más me interesa: si ganan los realistas o los iluminados.

P. Lo suyo con el PSOE se llama desencanto.

R. Hombre, yo recuperaría al PSOE de la oposición. Si tengo alguna nostalgia del pasado es de ese PSOE. Pero aquello es irrepetible. El aire fresco podría estar en un grupo de izquierdas, sólido, en la oposición, y eso puede serlo IU.

P. El discurso político de su amigo Felipe González...

R. A mí no me interesa el discurso de González ahora mismo. Sé que él tiene bases suficientes para pensar que ese discurso, el de la convergencia con Europa y el de nuestro futuro, es el que tiene que meter al ciudadano en la cabeza. Y ante el exterior creo que es el adecuado. Pero aquí, su discurso me parece equivocado. El que cada año nos remita a los dos o tres años siguientes, no me interesa. Me preocupa más el mañana, el hoy.

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