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Un gen desconocido origina la dislexia en la vigésima semana de embarazo

Isabel Ferrer

La corteza cerebral de los disléxicos contiene las cicatrices de lesiones microscópicas ocurridas alrededor de la vigésima semana de embarazo y causadas por un gen aún no descubierto que trastorna los circuitos neuronales e interfiere en los procesos lingüísticos. La disfunción neurológica conocida como dislexia sería así la huella dejada por dicho suceso que modifica para siempre el funcionamiento del cerebro.Enseñar a leer con propiedad a los niños que la padecen supone rodear la zona afectada favoreciendo otras partes de su cerebro. "Ello evitará que pequeños con problemas de aprendizaje acaben en la consulta de un psiquiatra. Sus alteraciones emocionales son sólo el resultado de su condición", según acaba de explicar en Amsterdam el neurólogo chileno Alberto Galaburda.

Galaburda ha participado en una conferencia sobre dislexia organizada la pasada semana por la Asociación Europea de Dislexia y la Academia Internacional para la Investigación de Problemas de Aprendizaje. Durante su intervención señaló el acuerdo cada vez más creciente entre los neurólogos mundiales acerca de la presencia de distintas conexiones cerebrales en los disléxicos.

Desde 1979, este científico se ocupa de analizar problemas del lenguaje y comportamiento en el departamento de Neurología de la Universidad de Harvard (Boston, EE UU) y ha estudiado a fondo seis cerebros de niños y tres de niñas. En los mismos ha observado "la ausencia de ciertas asimetrías existentes en los cerebros ordinarios en las regiones del lenguaje. Hemos visto demasiadas conexiones en el cuerpo calloso constituido por un grupo de fibras nerviosas que conectan los hemisferios derecho e izquierdo. Y eso puede interferir en las funciones lingüísticas de este último, dedicado sobre todo al lenguaje

Lesiones hereditarias

Las lesiones en la corteza cerebral observadas por Galaburda muestran también que la dislexia es una condición "bastante hereditaria". "De estudios genéticos realizados en Florida y Colorado puede deducirse que en los cromosomas 15 y 6 hay algo distinto que aún no hemos podido concretar. Se sabe que en el cromosoma 6 hay genes que modifican las funciones inmunitarias. Y entre los disléxicos aparece una alta tasa de enfermedades autoinmunes y alérgicas. Ése podría ser el vínculo entre el daño genético y las pequeñas lesiones en la corteza cerebral".El neurólogo señala que los niños disléxicos son completamente normales, cuyo problema lingüístico hay que tratar tempranamente. "Si bien nunca tendrán una buena ortografía o inclinación por la música clásica o idiomas extranjeros, pueden ser excelentes diseñadores, ingenieros o arquitectos. Todas las carreras que requieren una visión espacial". También pueden ser actores, porque sus carencias en el lenguaje las suplen con el intercambio personal y los gestos".

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