_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre el Airbus

Con objeto de disipar las dudas que puedan crear en los usuarios de Iberia las manifestaciones aparecidas en un artículo del periódico del día 21 de enero de 1992 sobre el accidente de un A-320 de la compañía francesa AirInter en Estrasburgo, quisiera hacer las siguientes puntualizaciones.1. No existe desconfianza alguna del avión hacia el piloto. Como en todos los aviones, el piloto programa y controla en todo momento la actuación del avión. La gran diferencia sobre los demás es que el A-320 es capaz de proporcionar más información que cualquier otro y que tiene como reserva, en cuanto a navegación se refiere, lo que en otros aviones es primario.

2. El complejo sistema de ordenadores, como se dice en el artículo, cumple la misión de eliminar el entramado de cables y poleas de otros aviones y que se traduce en la reducción de varios miles de kilos de peso que son aprovechados como carga de pago aumentando la rentabilidad del avión.

3. El auténtico piloto del avión no es el ordenador como se dice en el artículo; es el piloto.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Como todos los aviones, éste se maneja automática o manualmente. En automático (tiene dos sistemas), el avión se maneja y gestiona automáticamente siguiendo las directrices insertadas previamente por el piloto, que siempre tiene la opción de by-pasar el control automático y gestionar manualmente el control del avión.

4. El side-stick cumple fielmente la función que en otros aviones realiza la palanca de control de mandos o cuernos (como lo define el artículo).

5. Entrar en pérdida es una situación que ningún piloto desea, y en ese sentido conviene resaltar que es un logro de diseño del avión.

6. Puedo asegurarle que en ningún vuelo comercial de Iberia ha ocurrido el incidente que se menciona en el artículo sobre la imposibilidad de parar los motores por parte del piloto.

7. El natural desconocimiento de la máquina por parte de las personas que no han estado directamente relacionadas con el avión puede despertar sentimientos de inquietud, admiración o simpatía sobre las bondades de las nuevas tecnologías, que en este avión se aplican, y que evidentemente supone un reto de superación en la aviación futura.

No obstante, carezco de información sobre que algún piloto se haya negado a dirigir el avión, y, por supuesto, dudo que haya un criterio de rechazo o prevención generalizados.- Jefe de flota A-320.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_