Dos técnicos rusos alertan sobre la pésima situación del arsenal nuclear
Las declaraciones de dos diseñadores rusos de armas nucleares, recogidas ayer por el diario Komsomolskaya Pravda, ponen de manifiesto que la carencia de medios adecuados para el mantenimiento y eventual destrucción de las bombas atómicas genera graves peligros. Algunas de sus frases no pueden ser más alarmantes: "La situación de nuestro arsenal nuclear es sencillamente catastrófica", afirma uno de ellos. Y el otro agrega más adelante: "En los próximos años podemos esperar cientos de Chernobiles".Borís Gorbachov, que es presentado por el diario como director de un departamento de diseño nuclear durante un cuarto de siglo, asegura que mantener hoy en día el nivel mínimo de seguridad "es casi imposible". Y explica que el programa de perfeccionamiento de las armas nucleares ha sido paralizado, que. las plantas de fabricación de bombas atómicas no pueden reconvertirse y que, en consecuencia, "los especialistas están abandonando sus puestos".
Esta cadena de acontecimientos, no especialmente negativa, puede acarrear sin embargo nefastas consecuencias, porque si los mejores especialistas abandonan la industria nuclear no quedará personal capacitado para desactivar los artefactos nucleares y "dentro de uno o dos años este problema no podrá resolverse en absoluto". Se calcula que la ex URSS posee en la actualidad 27.000 cabezas atómicas, una por cada 11.000 habitantes.
Un segundo técnico, que prefiere mantener el anonimato, explica que para neutralizar una carga nuclear es necesario retirar primero los materiales radiactivos y a continuación hacer estallar los potentes explosivos. Pone el ejemplo de "una pequeña ampolla que, con el paso del tiempo, acaba teniendo que soportar fuertes presiones", al aumentar en su interior la cantidad de un gas radiactivo. "Esa ampolla", añade, "se ha de abrir y destruir evitando que se produzca un brusco escape de gases que contamine el medio".
Fuga de científicos
El diseñador de bombas explica que hay ahora en el pais unos 500 especialistas capaces de realizar la tarea de abrir las ampollas, "pero se están yendo". Por ello, "sí se tiene en cuenta que hay decenas de miles de ampollas diseminadas por las unidades de la Annada y el Ejército en todo el país, resulta evidente que en los próximos años podemos esperar cientos de Chernobiles grandes y pequenosBorís Gorbachov se refiere a Ios problemas cotidianos" de alguno de "los 300.000 oficiales sin vivienda del Ejército". Un hombre con esas preocupaciones puede cometer un error en los trabajos de mantenimiento de las bombas y accionar "una cápsula detonadora, en extremo imperfectas en los modelos más antiguos". Ello daría lugar a una "poderosa explosión", que no produciría un estallido atómico, pero que proyectaría el material radiactivo "en un radio de decenas de kilómetros".
