Garzón detiene por trafico de cocaína a un jefe histórico del contrabando en Galicia
La policía detuvo ayer en la ría de Arosa a Manuel Carballo Jueguen, uno de los jefes históricos del contrabando en Galicia, por su presunta implicación en el tráfico de cocaína. En la misma operación, ordenada por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, fue arrestado el vecino de Vilagarcía de Arousa, José Manuel González Rodríguez.La detención de Carballo y González Rodríguez es consecuencia de las investigaciones realizadas por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia en relación con un alijo de 2.000 kilos de cocaína incautado a principios de 1990 en Puerto Rico. El arresto de Carballo se produjo a las siete de la mañana de ayer, cuando el histórico jefe contrabandista entraba en el cocedero de mariscos que posee en la localidad de Vilanova de Arousa. José Manuel González fue localizado a las 14.00 en Vilagarcía. En la operación, en la que intervinieron funcionarios de la Brigada Central de Estupefacientes desplazados desde Madrid y agentes de la comisaría de Vilagarcía, no se intervino droga.
Las detenciones están relacionadas con otros sumarios abiertos por el juez Baltasar Garzón sobre las actividades de los grupos de narcotraficantes que operan en las rías gallegas. Según fuentes policiales, las últimas investigaciones permitieron a Garzón implicar a Carballo, sobre el que pesaba una antigua orden de busca y captura por contrabando, y González Rodríguez en las actividades del pesquero Terral, apresado a principios de 1990 por agentes guardacostas de Estados Unidos en aguas próximas a la isla de Puerto Rico.
El buque, cuya pista seguían desde tiempo atrás el Servicio de Vigilancia Aduanera y la policía española, almacenaba en sus bodegas 2.000 kilos de cocaína de procedencia colombiana. La droga iba a ser transportada hasta las costas gallegas, pero las investigaciones posteriores no permitieron localizar a la organización que se encargaría de distribuirla en España.
La detención de Carballo sorprendió en la ría de Arosa, donde se le suponía retirado de las actividades ilícitas desde hacía varios años. Así lo había proclamado él mismo en declaraciones a distintos medios de comunicación, en las que criticaba a los contrabandistas más jóvenes por abandonar el comercio del tabaco para dedicarse al de droga.
Carballo dirigía en estos momentos una empresa de exportación de marisco en su localidad natal de Vilanova de Arousa, donde gozaba de cierta respetabilidad social.
