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El Instituto de la Mujer advierte contra la publicidad engañosa de los cosméticos

La publicidad de los productos de cosmética es en ocasiones "confusa y engañosa", según se puso de manifiesto en las jornadas Mujer . y consumo, organizadas por el Instituto Nacional de Consumo y el Instituto de la Mujer y celebradas. recientemente en Madrid.

Como ejemplo basta un botón: "¿Qué significa.: 'Un sistema de formulación original a base de cristales líquidos asegura la biodisponibilidad del producto?", preguntó Carmen Arredondo, directora de la Fundación Salud y Comunicación, a las asistentes a las jornadas. Nadie contestó, pero la mayoría conocía ese anuncio. Términos como "liposomas", "principios activos", "micropartículas", "nuevas esferas compensadoras", "órganos embrionarios", "colágeno", "elastina", "cristales líquidos", "carnitina", "radicales libres", "hialurónico" o "complejos biopéptidos", aparecen cada día en las páginas de las publicaciones femeninas y en los anuncios televisivos. Pero todos estos términos encubren una publicidad "confusa y engañosa", a juicio de Carmen Arredondo."Si no se oyen protestas, es porque no estamos lo suficientemente educadas como consumidoras", afirmó tras denunciar la insuficiente legislación sobre cosméticos. Los escasos datos de que se dispone reflejan que las españolas destinan a productos faciales, corporales y protección solar más de 42.000 millones de pesetas al año.

Purificacióp Gutiérrez, directora del Instituto de la Mujer, coincidió con Arredondo en las críticas a esa publicidad. "Se vende el producto no como una verdad revelada, sino como una verdad científica. Esto recoge harte del papel que la mujer desempeña en la actualidad, pero todavía se habla de belleza y hogar; no se introduce una visión integral de la mujer", afirma Purificación Gutiérrez.

Anuncios "peligrosos"

Esta abogada, madre de tres hijos y responsable de la política con respecto a las mujeres, no duda incluso de calificar esos anuncios de "peligrosos". "Se orienta. a un sector de mujeres que trabajan como profesionales y tienen formación universitaria, mostrándolas como un ser superior. Esto me parece peligroso, porque están alejados de la propia vivencia de la mujer, y las que intenten parecerse a ese ideal pagan un coste personal muy alto. Las mujeres que compran un frasco creyendo que compran juventud y belleza no son conscientes de que realmente compran un frasco", concluye Purificación.

Con precios que oscilan de las 4.000 ¿ las 60.000 pesetas, hubo una opinión unánime sobre la necesidad de que el etiquetado recoja la composición de estas cremas. "Queremos saber lo que nos ponemos en la cara", afirmaron las asistentes.

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