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El secretario de Defensa amenaza con dimitir por discrepancias con Hacienda

Miguel González

El secretario de Estado de Defensa, José Miguel Hernández, ha advertido públicamente que presentará la dimisión de su cargo, en el que lleva sólo dos meses, si el Ministerio de Economía y Hacienda no aprueba la agregación al presupuesto de su departamento para 1992 de un crédito de 50.000 millones de pesetas. Hernández hizo este sorprendente anuncio, que revela la existencia de un agudo conflicto entre Hacienda y Defensa, durante la reunión que celebró el pasado martes el pleno de la Comisión Asesora de Armamento y Material (CADAM).

El propósito de reunir por primera vez desde hace dos años el pleno de la CADAM —un organismo consultivo del Ministerio de Defensa en el que están representadas las empresas y asociaciones de la industria militar, así como los cuarteles generales de los ejércitos y otros ministerios— era presentar los proyectos del nuevo equipo que se ha hecho cargo de la Secretaría de Estado.

Sin embargo, el contenido de la reunión dio un giro radical cuando Hernández empezó a explicar que, al poco de tomar posesión, se encontró con un nuevo recorte en los presupuestos del ministerio para 1991, por valor de casi 50.000 millones de pesetas, que se sumaba al ya realizado el pasado verano, que alcanzó los 107.000 millones. Este nuevo recorte, referido a las partidas correspondientes a la ley de dotaciones para las Fueras Armadas, impedía atender compromisos ya con traídos, según explicó Hernández.

Ante esta situación, agregó el secretario de Estado de Defensa, inició conversaciones con su homólogo de Hacienda, Antonio Zabalza, con quien llegó al acuerdo de trasladar los 50.000 millones al presupuesto de 1992, en forma de agregación de crédito, de modo que el Ministerio de Defensa pudiera disponer de esta cantidad en enero, para atender a los pagos más urgentes.

Según su versión, Hacienda se mostró conforme con la fórmula, que se plasmó incluso por escrito, pero posteriormente empezó a dar largas al acuerdo y todavía no ha firmado el crédito. Tras describir el problema, un miembro de la comisión preguntó al responsable de Defensa cuál sería su actitud si Hacienda incumple el compromiso, y éste contestó que se abriría una crisis en la Secretaría de Estado y que presentaría su dimisión, según confirmaron varios asistentes.

Deuda con Bazán

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La reunión de la CADAM coincidió con las huelgas generales en Ferrol (La Coruña) y Cartagena (Murcia), propiciadas en parte por los expedientes de regulación de empleo que prepara la Empresa Nacional Bazán de construcciones navales militares, a la que el Ministerio de Defensa adeuda 26.000 millones de pesetas, según su presidente Antonio Sánchez-Cámara.

La mayor parte de la deuda procede de las dos fragatas que Defensa contrató con Bazán a finales de 1990 (la F-85 y F-86) y que se están construyendo en Ferrol, para las que sin embargo no ha existido este año dotación presupuestaria alguna, a pesar de los intentos del departamento por conseguir un crédito extraordinario para hacer frente a los pagos.

El enfrentamiento entre Hacienda y Defensa se produce cuando concluyen su tramitación parlamentaria los presupuestos del Estado para 1992, que asignan a Defensa 822.000 millones de pesetas en términos reales, un 4 menos que este año. También está pendiente de elaboración la nueva ley de dotaciones presupuestarias para las Fuerzas Armadas, que debe programar las grandes inversiones militares hasta el final de la década.

Los responsables de Defensa, que ha anunciado la nueva ley para la primavera, pretenden que sea "más realista" que la actual, pero que, en compensación, se cumpla.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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