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EL NUEVO PACTO ATLÁNTICO

El uso remoto del arma nuclear

F. M. / I. C. Los cambios radicales producidos en el ámbito de la seguridad en Europa permiten a la OTAN gestionar las previsibles crisis con medios políticos y, sólo en última instancia, acudir a la disuasión armada. Los cambios en el Este han ampliado el margen de respuesta.

El nuevo concepto estratégico preveía definir el arma nuclear en "último recurso", en lugar del primer uso previsto en la respuesta flexible de la doctrina aliada vigente desde 1964, y que recibió el nombre de doctrina Harmel, por el entonces ministro de Exteriores belga.

En la actualidad, ahora Francia ha asumido la estrategia de la OTAN, pero ha impuesto como compensación no acuñar en la bomba atómica el sello de "último recurso". La definición final es que Ias circunstancias en las que se podría contemplar la utilización del arma nuclear se convierten en más lejanas".

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Francia mantiene su arsenal subestratégico fuera del cuadro de la Alianza Atlántica y no contempla ninguna reducción, a no ser que triunfe la tesis del presidente François Mitterrand de una cumbre entre las cuatro potencias nucleares (Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido, además de ella) como muestra de su poder.

La disminución nuclear aprobada por la OTAIN se reduce a los "aliados concernidos". Es decir, de momento no implica a Francia. Estados Unidos y el Reino Unido eliminarán sus misiles de corto alcance basados en tierra y la artillería nuclear. Se mantendrán los misiles de los aviones de doble uso. El apoyo de sistemas subestratégicos en navíos y submarinos no será desplegado "en circunstancias normales".

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