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Sancionado 9 meses un profesor de la Universidad de Zaragoza por trato sexista

Alberto Espuelas, profesor de Álgebra de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, ha sido sancionado con la suspensión de empleo y sueldo durante nueve meses por trato sexista y desconsideración hacia los estudiantes, compafieros y director del departamento. El rector de la universidad, Vicente Camarena, ha dado a conocer la resolución del expediente que se abrió a dicho profesor el pasado mes de marzo, después de ser denunciado por los estudiantes.

Un grupo de alumnos de primer curso de Álgebra envió a la comisión de docencia de la Facultad de Ciencias un escrito, respaldado por más de 50 firmas, en el que acusaba a Espuelas de trato sexista. Este profesor llegó a decir en clase que las matemáticas eran cosa de hombres y que las alumnas no estaban capacitadas para estudiarlas, por lo que harían bien pasándose a estudios de letras. Asimismo, "presumía" desde el principio de curso de que sólo iba a aprobar a unos pocos alumnos. Los estudiantes le acusaron también de mostrarse irrespetuoso, lo que, en su opinión, generaba desconfianza.La comisión de docencia envió la denuncia al rector, quien a su vez solicitó una inspección del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). Los inspectores del MEC, que se entrevistaron con los alumnos, el profesor denunciado y el rector, recomendaron, según Camarena, una sanción de un año de empleo y sueldo. Finalmente el rector la rebajó a nueve meses, tras examinar el expediente y mantener una conversación con el profesor.

Vicente Camarena explicó que las causas de la sanción son la "falta de consideración hacia los estudiantes, expresiones vejatorias, discriminación y promover la desmoralización entre los alumnos". También se tuvo en cuenta, aunque en menor medida, "la desconsideración hacia sus compañeros y el director de su departamento", si bien sobre estas cuestiones no hubo denuncia y se produjeron en un ámbito más reducido. Espuelas sólo deberá cumplir seis meses de sanción, ya que los otros tres corresponden a la suspensión cautelar impuesta el pasado mes de julio. La sanción le fue comunicada la semana pasada al mismo tiempo que al decano de la facultad y al responsable de su departamento. Espuelas dispone de un plazo de dos meses para recurrir por la vía contencioso-administrativa.

Una barbaridad

El profesor, que ayer no pudo ser localizado por este periódico, negó desde un principio las acusaciones. Ha calificado la sanción como "una barbaridad" y ha manifestado que la resolución del expediente se ha producido "sin pruebas y de forma demagógica", según publicó ayer El Heraldo de Aragón. Añade que han sido los alumnos "los que han elegido al rector y cada uno se debe a sus votantes". El rector, por su parte, se mostró contrariado por la decisión que se ha visto obligado a tomar e indicó que la sanción a un profesor joven debe servir de "estímulo y ejemplo" para él y toda la comunidad universitaria al mismo tiempo que de reflexión sobre lo ocurrido.Puestos al habla telefónicamente desde Madrid con el profesor Justiniano Aporta, decano de la Facultad de Ciencias, éste manifestó que en el expediente al profesor Espuelas no había intervenido el decanato, ya que actualmente el núcleo de la organización académica es el departamento. "Por ello", dijo, "la verdad es que no tengo formado un criterio sobre el asunto". "Creo, añadió, "que se trata, como casi siempre que sucede algún hecho de esta naturaleza, de un problema de dificultad de comunicación o para la relación personal de un profesor con sus alumnos e incluso con sus propios colegas".

No deja de ser curioso, en todo caso, que, cuando se dan estas dificultades personales para la relación o para la comunicación, como también reconoció el profesor Aporta, casi siempre suele entrar en juego la cuestión del sexo.

En el curso 1987-1988, Dionisio Ollero, profesor de Latín de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, fue suspendido de empleo durante tres meses por resolución del rector de la universidad. Ollero había sido denunciado por dar un trato sexista a sus alumnas. Tras el expediente abierto por el rectorado, muchas de las acusaciones de sus alumnas, que posteriormente considerarían insuficiente la sanción, no pudieron ser probadas, pero sí "expresiones que han podido denotar una minusvaloración de la condición femenina y, por tanto, una ofensa", tal y como se afirmaba'en la resolución sancionadora.

Las alumnas dijeron que Ollero solía dirigirse a ellas con expresiones como "ratita", "gatita" y "cielo", y que en alguna ocasión había alertado sobre la perniciosa influencia en la clase de un grupo de "lesbianas y maricones".

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