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Ardanza vuelve a aplazar la ruptura con el partido de Garaikoetxea en un acto de "firme paciencia"

Pedro Gorospe

El presidente del Ejecutivo vasco, José Antonio Ardanza, decidió anoche aplazar, por tercer día consecutivo, la decisión de expulsar a Eusko Alkartasuna (EA) del Gobierno de Ajuria Enea. La presidencia había insistido en que la crisis se iba a resolver ayer, pero Ardanza optó a las 22.30 por dar una prórroga que calificó como "un acto de firme paciencia". EA deberá adherirse, esta vez sin plazo fijo, al documento "innegociable" del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskadiko Ezkerra (EE), lo que obliga al tercer socio del Gobierno vasco a no presentar ni apoyar más mociones a favor de la independencia. El líder de EA, Carlos Garaikoetxea, había anunciado antes de conocer la prórroga que su partido no había cambiado de actitud.

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Sin embargo, EA dio marcha atrás en los pueblos de Usurbil y Tolosa, donde no apoyó las mociones de Herri Batasuna (HB) a favor de la autodeterminación. En el caso de Tolosa, el alcalde de EA no introdujo la moción en el orden del día porque, según dijo, había perdido el texto.Según un portavoz de Ajuria Enea, este hecho no había sido definitivo en el aplazamiento de la decisión de expulsar a EA, 11 sino que se trataba de un último intento por mantener la actual coalición". Ardanza, en una conversación telefónica que mantuvo con el secretario general de EA y consejero de Educación, Inaxio Oliveri, le conminó a que aceptara sin reservas el acuerdo de sus dos socios de Gobierno, ya que no consideraba como respuesta el documento en el que EA pedía una reunión urgente de todos los socios, pero proclamaba la independencia de sus concejales para actuar según los estatutos del partido.

La presidencia del Gobierno vasco adoptó la nueva prórroga para el partido de Garaikoetxea tras la conversación telefónica entre el lehendakari José Antonio Ardanza y el secretario general de EA, Inaxio Oliveri, a las 22.30.

Por la mañana, el número dos de EA comunicó al presidente que no el aprtido no renunciaba a su independencia ideológica ni a la autonomía de sus ayuntamientos para que sigan aprobando mociones sobre la autodeterminación. Además solicitó a Ardanza una reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto, órgano encargado de limar las fricciones entre los socios, porque "el PNV ha transgredido con toda evidencia el punto A-3 del programa de gobierno". Este punto se centra en las comunicaciones y hace expresa referencia a la necesidad de culminar la autovía de Leizarán entre Guipúzcoa y Navarra.

Ardanza dejó ayer claro que la Comisión de Seguimiento del Pacto no se reunirá hasta que EA haya reconducido el debate sobre la autodeterminación.

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Según EA, no ha existido ninguna vulneración evidente del acuerdo de gobierno por la presentación de mociones conjuntas con HB a favor de la independencia del País Vasco.

Presiones de la presidencia

Las presiones efectuadas por la presidencia del Gobierno autónomo, con exigencias muy concretas en un acuerdo que Ardanza calificó de "in negociable", abrieron un importante debate en la ejecutiva que EA celebró el jueves ante la disyuntiva de mantener unido el partido o seguir en el Gobierno.

Después de que el pasado domingo la ejecutiva de EA aprobara un documento en el que se comprometía a secundar por métodos pacíficos cuantas iniciativas a favor de la independencia se presentaran en Euskadi, amplios sectores de la formación política de Garalkoetxea se negaron a ceder a las presiones del presidente vasco. La nueva ejecutiva, convocada con carácter de urgencia para el pasado jueves, tuvo que suscribir un documento a última hora de la noche en- el que prácticamente renunciaba a seguir en el Gobierno y optaba por mantener el partido unido.

Desde el mediodía de ayer, la presidencia del Gobierno autónomo permaneció en contacto con el máximo órgano del PNV en Bilbao. Ajuria Enea se mantuvo también en continuo contacto con el sector oficial de Eusko Alkartasuna. El presidente de EE, Juan María Bandrés, declaró ayer que en el momento en que EA sea expulsado comenzarán las negociaciones con los socialistas. El sector oficial de EE remitió ayer una circular a los miembros del sector crítico (Auñamendi) para que evitaran hacer declaraciones sobre la crisis del Gobierno. Este sector dijo que "no hay Ejecutivo, alternativo al actual". Auñamendi, el sector más próximo a EA, tiene cinco de los seis parlamentarios de EE. La crisis abierta en EE podría propiciar que el pacto PNVPSE dejara fuera incluso a EE, ya que, de no solucionar sus problemas internos, el sector oficial sólo tendría en el Parlamento un escaño mientras que con los parlamentarios del PNV y del PSE disponen de la mayoría absoluta en la Cámara. Los socialistas se ofrecieron el Jueves para entrar en el Ejecutivo, pero propuso una renegociación del acuerdo de coalición. El debate de política general está previsto para el próximo día 27.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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