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Diuri volverá a París si lo autoriza Gabón

Abelmumen Diuri, el opositor marroquí expulsado a Gabón por el Gobierno francés, anunció ayer su intención de regresar de inmediato a París, siempre y cuando las autoridades del país africano se lo permitan. En la noche del pasado miércoles, el tribunal administrativo de París desautorizó la expulsión del hombre de negocios y escritor marroquí por considerar que las acusaciones en su contra formuladas por el Ministerio del Interior galo carecen de verosimilitud.

Tras conocer la decisión judicial, que permite a Diuri regresar a Francia cuando lo desee, el abogado y los familiares del opositor marroquí expresaron en París su temor a que los servicios secretos del rey Hassan II secuestren al opositor en el hotel de Libreville en el que permanece recluido desde hace tres semanas. El propio Diuri informó telefónicamente haber visto a seis funcionarios marroquíes rondando por el hotel.La sentencia del tribunal parisiense supone una dura bofetada a los ministros franceses del Interior y de Asuntos Exteriores y al propio presidente, François Mitterrand, que habían defendido personalmente la "urgencia absoluta" de la medida adoptada el pasado 20 de junio. El tribunal ha dado indirectamente la razón a los que afirman que la expulsión fue el fruto de un mercadeo entre París y Rabat.

Medios políticos y periodísticos franceses interpretan el asunto Diuri como el resultado de un acuerdo entre el ministro francés de Interior, Philippe Marchand, y su homólogo marroquí, Dris Basri. Ese acuerdo, avalado por Mitterrand, contempla la colaboración de los marroquíes residentes en Francia en la lucha de la policía por el control de los suburbios de las grandes ciudades.

Ahora, según señaló el propio interesado desde Libreville, el problema estriba en que las autoridades gabonesas impiden al marroquí circular libremente.

Según Interior, Diuri tiene contactos con terroristas palestinos, trabaja para los servicios secretos libios, apoyó a Irak en la guerra del Golfo y es socio de los movimientos islamistas del Magreb.

El tribunal respondió con ironía. "Si este impresionante catálogo de actividades subersivas es cierto, hay motivos para justificar 10 expulsiones", afirmaron los magistrados. Lo grave, añadieron, es que el Ministerio del Interior no ha presentado "ninguna prueba para justificar tales acusaciones". La documentación gubernamental, remataron, carece de "un mínimo de rigor y de inteligencia".

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El Gobierno francés puede ahora apelar esa decisión judicial ante el Consejo de Estado, pero, entretanto, Diuri está legalmente autorizado para regresar a la ciudad en la que vivió.

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