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Julián García Valverde, firme partidario y de privatizar la gestión sanitaria

Julián García Valverde, ministro de Sanidad y Consumo, afirmó ayer que no tiene sentido mantener la dualidad sanidad pública-privada y se mostró partidario de privatizar la gestión de los servicios sanitarios. "Lo que hace público un servicio es la financiación y la planificación. Si los recursos son públicos, ¿qué más da que la prestación se haga en hospitales públicos o en privados pagados por el Insalud?", dijo tras situar sus prioridades. "En primer lugar, conseguir mayor eficacia en la gestión, y en segundo, una política de salud pública", afirmó.

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Para llevar a cabo ese primer objetivo, García Valverde parte de su experiencia como negociador en la reconversión industrial de Sagunto y sus cinco años de presidente en Renfe. Tras dos meses como titular de Sanidad dedicados a estudiar el sector, el ministro señaló a EL PAÍS que "Ios hospitales no difieren mucho de otro tipo de empresas y se les puede aplicar los mismos sistemas de gestión. Si no totalmente, si en un 90%", añadió.Para García Valverde el debate sobre la titularidad pública o privada de los centros que prestan cuidados sanitarios está superado por la realidad social. "Nadie discute ya sobre la conveniencia de un sistema mixto, porque la sociedad ha revelado que es eso lo que quiere. Para mí la arquitectura básica está hecha y los matices no afectan a la realidad del sistema. Para poner en marcha esa arquitectura se necesita dinero, recursos y, sobre todo, organización". A pesar de estas manifestaciones, rechaza que se vaya a producir una privatización total del sistema. "No he visto la conveniencia de un giro en ese sentido", dijo.

Una cosa sí tiene clara el ministro: ya hay centros privados que ofrecen atención complementaria a la pública y considera que parte del sector privado está infrautilizado. "Quizá estoy muy condicionado por mi experiencia de Renfe, pero están, por ejemplo, los médicos de empresa. Son servicios que se pagan y no hacen nada", dijo. Simultáneamente se producen a diario miles de trámites, pruebas médicas y análisis clínicos que conllevan las incapacidades laborales transitorias. Estas se realizan sistemáticamente en los servicios del Insalud "sobrecargando al sistema", añadió. García Valverde pretende, por ello, que las mutuas patronales se ocupen de esa labor. "Aunque ésto se va a tomar como privatización", comentó.

Asimismo, el ministro se mostró satisfecho por el hecho de que algunas de las conclusiones de los informes de los nueve grupos de trabajo consultados por la comisión parlamentaria creada hace un año para evaluar el sistema sanitario se inclinen en el mismo sentido. García Valverde, que dijo desconocer el informe final de la Comisión porque aún no está acabado, afirmó: "He visto parte de los papeles preparados y coinciden con parte de lo que quiero hacer".

Listas restrictivas

El ministro no concretó el plazo de tiempo en el que ensayará el nuevo modelo de gestión. Se mostró partidario de "dar autonomía a gerentes y directores de hospitales", poniendo el énfasis en la necesidad de abandonar "actuaciones burocráticas propias de la Administración".

El ministro de Sanidad negó que su departamento tenga preparadas medidas para disminuir el consumo sanitario, como las llamadas Listas negativas de medicamentos (fármacos que quedarán excluidos de la receta de la Seguridad Social) y la lista de prestaciones que delimitará los servicios que se pueden recibir en los centros del Insalud. Esta última había sido anunciada por su predecesor en el cargo, Julián García Vargas, para este año.

"Nadie me ha trasmitido una indicación que tendiese a limitar las prestaciones que se dan en la Seguridad Social; lo que hay es una preocupación por el coste. No me parece estratégico en este momento delimitar qué es lo que hay que dar y, con respecto al consumo de medicamentos, creo que no tiene sentido adoptar medidas restrictivas. Hay que diferenciar entre la estrategia y la táctica. No tiene sentido adoptar restricciones si no sabemos antes qué es lo que tenemos entre las manos. Sería como ir en bicicleta y no sujetar el manillar", dijo García Valverde.

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