Pena de 8 años a un guardia que disparó a un mendigo por un plato de almendras
El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de ocho años de prisión impuesta al guardia urbano de Barcelona Fulgencio Ros Batista por disparar sobre un marroquí hambriento que le quitó algunas almendras de un plato cuando tomaba un aperitivo. El Ayuntamiento de Barcelona deberá abonar al mendigo una indemnización de 25 millones de pesetas y tendrá que correr con los gastos de hospitalización, que ascienden ya a más de 30 millones.El 17 de enero de 1985, Fulgencio Ros y otros dos agentes de la Guardia Urbana se-encontraban en el velador de un bar sentados ante unas bebidas y un platillo de frutos secos. Impulsado por el hambre, un mendigo marroquí, Abdelonahid Nour, de 47 años, cogió unas almendras del platillo. Fulgencio Ros agarró una silla y trató de golpearle, pero el silletazo lo recibió un camarero que se cruzó accidentalmente en el camino. Cuando poco después el mendigo se acercó de nuevo a la mesa, el guardia desenfundó su arma, le acercó el cañón a la frente y disparó. El marroquí quedó hemipléjico y con graves impedirmentos para la comunicación oral.
La Audiencia de Barcelona condenó al Ayuntamiento a indemnizar al mendigo con 675.000 pesetas y a colocar a rédito un capital de 40 millones para pagar su rehabilitación en un centro privado. Pero el Supremo ha entendido que esta forma de indemnización restringía gravemente "la libertad del perjudicado para ser asistido en el país que tenga por conveniente", por lo que ha sustituido ese capital por una indemnización directa de 25 millones de pesetas.
