González aconseja a Gorbachov estabilizar el país
Felipe González tuvo ayer una conversación inusualmente larga con su huésped soviético, Mijaíl Gorbachov, al que aconsejó que generase un clima de confianza y estabilidad para atraer las inversiones extranjeras que podrían sacar a su país del atolladero económico en el que se encuentra sumido. Ambos mantuvieron ayer por la tarde en La Moncloa una primera discusión, de casi dos horas y media de duración, que reanudarán en la mañana de hoy.La entrevista entre el líder soviético y su anfitrión español fue interpretada por ambas partes como una reanudación de la charla de cinco horas que mantuvieron en 1986 en Moscú y estuvo esencialmente dedicada a comparar la experiencia española de transición a la democracia con la perestroika en la URSS, según explicaron los portavoces de ambas delegaciones, Miguel Gil y Vitali Ignatienko, que no asistieron a la reunión cumbre en la que sí estuvo, por parte española, el asesor presidencial Juan Antonio Yáñez. Hoy hablarán, en cambio, de la situación internacional.
La "apasionada conversación", según la expresión de Ignatienko, brindó a González la oportunidad de recordar que el apoyo casi unánime de la sociedad al desmantelamiento de la dictadura no se tradujo en un respaldo económico hasta que no fueron establecidas reglas claras que alentaron la inversión nacional e internacional y esto tardó diez años en empezar. De ahí que González vaticinase a su interlocutor que le queda un largo camino hasta enderezar la economía en pleno declive.
Los primeros años del posfranquismo estuvieron incluso marcados por la salida masiva de capitales de España, un fenómeno por el que Gorbachov preguntó con interés pensando, acaso, en el crecimiento negativo que experimenta su economía. "No hay que permitir el derrumbe que puede producirse si se debilita la URSS", recalcó Ignatienko.
La comparación entre la democratización en España y la perestroika tiene, sin embargo, sus límites porque, reconoció Miguel Gil, "nosotros no tenemos experiencia de transición de una economía planificada a una de mercado" y por mucho que la URSS liberalice su economía no se beneficiará del impulso que supuso la CE para España.
González y su huésped no hablaron detalladamente del crédito que España planea conceder a la URSS por un valor que podría alcanzar unos 142.000 millones de pesetas, pero el presidente español sí dejó claro ante su interlocutor, según informó Gil, que esos fondos tendrían que ser destinados a la compra de bienes españoles.
