El partido democristiano de Kohl pierde la mayoría en la Cámara territorial de la RFA
El partido del canciller Helmut Kohl perdió ayer la mayoría en la Cámara territorial (Bundesrat) de la República Federal de Alemania (RFA) tras las elecciones a los Parlamentos de Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia. Mientras que en el primero -el land más poblado de la RDA-, pese a perder casi dos puntos, los socialdemócratas mantuvieron la mayoría absoluta, en el segundo la CDU se vio ampliamente superada por el SPD, que formará Gobierno en Hannover con los verdes. Kohl reconoció en televisión que una de las causas de su derrota es el incierto coste de la unificación alemana.
Para los socialdemócratas, la pérdida de casi dos puntos en Renania del Norte-Westfalia, donde viven más de 16 millones de habitantes, cifra superior a la población total de Alemania Oriental, supone asimismo, un aviso sobre la dirección de su campaña electoral para colocar a Oskar Lafontaine en la cancillería de la R.FA en diciembre. Pero, pese a este descenso, el SPD consigue mantenerse por encima del 50% y conserva su mayoría absoluta en el Parlamento, por lo que Johannes Rau conserva su puesto de ministro presidente.En Baja Sajonia, sin embargo, los socialdemócratas han puesto fin a 14 años de dominio democristiano. La escasa mayoría de la que disponía la coalición entre la CDU y los liberales (FDP) se ha diluido. Los democristianos han perdido casi tres puntos, quedándose tan sólo con 67 escaños, contra los 71 obtenidos por el SPID, que junto a los 9 que conservan los verdes -pese a su considerable descenso-, les permite controlar la mayoría absoluta. Para los liberales, el haber mantenido sus 9 escaños es un triste consuelo, ya que todo parece indicar que el SPD está dispuesto a seguir con la llamada fórmula rojiverde probada con éxito en Berlín Occidental.
El proceso de unificación
El partido del canciller Kohl ha perdido su mayoría en el Bundesrat, por donde debe pasar toda la legislación sobre la que esta Cámara territorial tiene derecho a veto, con lo que esto representa en el entramado legal del proceso de unificación alemana en el que a partir de ahora la socialdemocracia hará valer su peso, tal y como ya indicó el presidente del SPD, Hans-Jochen Vogel, para quien los resultados de ayer demuestran que la población "está siendo avasallada en el ritmo de la unificación y quiere tener la oportunidad. de expresarse".
Kohl, por su parte, admitió la derrota y reconoció que una de las razones era la preocupación de los alemanes occidentales sobre el coste que van a tener que pagar por la unificación. Para Kohl, los resultados en el Rin eran previsibles, pero la derrota en Baja Sajonia "ha sido especialmente dolorosa".
La operación de la CDU de intentar paliar la baja popularidad de Ernst Albrecht en Baja Sajonia, al desembarcar en la campaña electoral a la popular presidenta del Bundestag, Rita Süssmuth, con la promesa de que se haría cargo de la presidencia del land en Hannover dentro de dos años, ha fracasado. Gerhard Schröder, un hombre del ala izquierda del SPD, ha acabado con la carrera de Albrecht.
El bajón de más de dos puntos de los socialdemócratas en Renania del Norte-Westfalia tiene una lectura muy negativa para el SPD con vistas a su campana en las elecciones generales. En un feudo tradicionalmente rojo, contando con la figura de Rau -una especie de padre de la patria- y la pobre competencia presentada por la CDU en la persona del ministro de Trabajo, Norbert Blüm, los resultados de ayer indican que la estrategia del SPD para las generales tiene que cambiar, y que el efecto que pueda haber tenido en los votantes el atentado que a punto estuvo de costar la vida a su candidato a la cancillería Oskar Lafontaine no es del todo positivo.
Las elecciones de ayer confirman también la tendencia hacia la irrelevancia de la extrema derecha, que no obtuvo en ninguno de los dos länder representación parlamentaria, al no conseguir ni siquiera un 2%. La práctica desaparición del fantasma que representaba el antiguo oficial de las SS hitlerianas Franz Schönhuber, se combina con la evidencia de que la lista alternativa -los verdes- está muy cerca de su techo electoral, aunque su ligerísimo aumento en Renania del Norte-Westfalia parece que les va a permitir colocarse por primera vez en el Parlamento al alcanzar el 5% mínimo de votos. El efecto de la unificación alemana está sintiéndose en los extremos del espectro político al centrarse los votos en los grandes partidos.
Incluso en la izquierda, la oposíción a la unidad es polémica y no ha servido más que para propiciar divisiones internas y pérdida de imagen. El sábado, la manifestación convocada en Francfort por el Partido Verde y grupos de extrema izquierda en contra de la uni icación degeneró en durísimos choques con la policía.
