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AJEDREZ

Fischer 'reaparece' como inventor de un nuevo reloj

Un documento en la Oficina de Patentes de Estados Unidos puede ser la clave para la solución del mayor enigma en la historia del ajedrez. El misterio, solucionado en parte con la publicación de la patente número 4.884.255, revela lo que ha hecho Bobby Fischer durante los últimos 18 años. Ha estado inventando un nuevo reloj para ajedrez.

Desde 1972, cuando Fischer ganó el Mundial al derrotar a Boris Spassky, no ha movido una pieza en una competición. Despreció su título cuando no aceptó las reglas para el duelo con Anatoly Karpov en 1975.Rumores intermitentes y negociaciones para un retorno concluyeron en nada. Lo único que Fischer ha publicado durante estos años fue un panfleto que salió a la luz en 1982 con el título de ¡Fuí torturado en la prisión de Pasadena!, una historia sobre su detención (totalmente injustificada) como sospechoso de haber cometido un robo en un banco.

Ahora tiene una patente a su nombre: "Un reloj digital para ajedrez", inventor: Robert J. Fischer. El invento refleja algunas de las ideas de Fischer sobre cómo debe jugarse a ajedrez. Hasta ahora, el control del tiempo se realizaba con dos relojes en un solo bloque con un simple sistema de comienzo-parada. Cuando uno de los relojes está en funcionamiento, el otro está parado. Durante una partida, los dos relojes reflejan el tiempo que cada uno de los jugadores ha utilizado para pensar sus jugadas. Normalmente, los jugadores disponen de dos horas para 40 movimientos.

Algunos jugadores prefieren utilizar mucho tiempo en sus primeros movimientos, pero pagan este lujo con la obligación de realizar sus últimas jugadas a toda velocidad. Muchas partidas se deciden por la precipitación en estos últimos movimientos. Fischer considera que eso es injusto.

Su reloj asegura a los jugadores el poder realizar cada movimiento, desde el primero hasta el último, con un tiempo razonable. Es un reloj digital que, además de descontar los minutos con normalidad, añade tiempo cada vez que se juega un movimiento. En lugar de ir descontando dos horas, como sucede en la actualidad, una partida puede comenzar, por ejemplo, con una hora por jugador, pero a cada uno se le añaden dos minutos adicionales por cada movimiento completado. De esta forma, siempre tiene dos minutos para una jugada.

La duda que ahora se plantea es saber si este invento significa el retorno de Fischer al ajedrez.

Copyright The Independent / EL PAÍS

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