Guerra abierta entre los integristas italianos y el Vaticano
La guerra ha estallado entre Comunión y Liberación (CL), el movimiento integrista católico italiano, y el Vaticano. CL -que tiene 100.000 afiliados, 2.200 empresas, 25.000 trabajadores y una facturación anual de 50.000 millones de pesetas- ha sido acusado por la Santa Sede de estar sembrando la confusión entre los católicos".El origen del conflicto es político. CL ha sido desautorizado por sus aliados políticos y eclesiásticos, tras un mítin, celebrado la pasada semana en Rímini, en el que el movimiento proclamó su triunfo, es decir, el alejamiento de su satanás político, Ciriaco de Mita, de la secretaría de la Democracia Cristiana y de la presidencia del Gobierno. El hecho de que Giulio Andreotti, su eterno protector, accediese a este eterno cargo, les aseguraba, además, el hilo directo con el Vaticario.
El triunfo no bastaba. Giancarlo Cesana, líder del Movímiento Popular, brazo político de Comunión y Liberación, aseguró: "Hemos vencido pero aún tenemos hambre".
Para hacer realidad su venganza, los jóvenes de CL lanzaron en Rímini una bomba, en forma de libro blanco contra De Mita y el presidente de la República, Francesco Cossiga, a los que acusaron de haber descristianizado la DC y de haberse vendido a los masones, a los comunistas e incluso al laicismo de Eugenio Scalfari (el director del diario La Repubblica).
Tomados por sorpresa
De Mita y su sucesor, Arnaldo Forlani, presentes en el mítin, de Rimini fueron tomados por sorpresa. El primero amenazó con dejar la presidencia del partido y anunció que tenía documentos que comprometían gravemente a CL. Al mismo tiempo, se descubriría que el movimiento ha pedido ayuda a la masonería para ciertos negocios turísticos en Cerdeña.En este punto, Andreotti intervino, y recordó a Comunión y Liberación que el primer deber del cristiano es "el amor al prójimo". Y Forlani, por su parte, se negó a volver para el cierre del mítin.
Los líderes de CL se vieron forzados entonces a pedir perdón públicamente a Cossiga y De Mita. Lo que no se esperaban era la bofetada del Vaticano, ya que siempre se habían considerado hijos predilectos del papa Wojtyla.
El diario del Papa, L'0sservatore Romano, ha salido en defensa ce Cossíga y De Mita y ha acusado a Comunión y Liberación de traspasar el límite, crear la confusión entre los católicos y jugar sucio
Comunión y Liberación, en respuesta, ha citado el libro de Job: "La vida del hombre sobre la tierra es una guerra". Su venganza será que el semanario Il Sabbato, su órgano político, saldrá a la calle con 96 páginas en blanco como protesta contra el Vaticano, al mismo tiempo que publicará íntegro el libro blanco contra De Mita y Cossiga. Por su parte, Trenta Giorni, su periódico mensual, ha anunciado que dejará de aparecer temporalmente.
