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La Administración aplicará los planes de emergencia nuclear a todas las centrales

Las poblaciones cercanas a las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres), Santa María de Garoña (Burgos), Ascó y Vandellós (Tarragona), Zorita (Guadalajara) y Cofrentes (Valencia) contarán en 1992 con una red de carreteras renovada y con una infraestructura que les permita cumplir con el Plan de Emergencia Nuclear dictado por la Administración central. Esta decisión, por la cual van a renovarse unos 450 kilómetros de red viaria, con una inversión de 9.000 millones de pesetas, cuenta con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas (MOPU) y de la Dirección General de Protección Civil.

Los citados organismos han llegado a un acuerdo con representantes de las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos que acogen a las centrales nucleares para suscribir convenios en este sentido.El año pasado ya se adoptó una medida similar para dotar de infraestructura viaria las cercanías de la central nuclear de Trillo (Guadalajara), gracias a un acuerdo entre los ministerios de Interior y Obras Públicas y Urbanismo, la Junta de Castilla-La Mancha y la diputación provincial de Guadalajara.

Aproximadamente la mitad de la red viaria que va a ser renovada es de propiedad municipal, pero se ha acordado que los ayuntamientos implicados dadas sus dificultades económicas, no carguen con estos gastos, que serán sufragados por el MOPU. Las carreteras bajo jurisdicción de las diputaciones provinciales serán arregladas a partes iguales por éstas y por el Ministerio de Administraciones Públicas, y en ellas se invertirán unos 1.500 millones de pesetas. Otros 2.500 millones se invertirán por las comunidades autónomas y el MOPU a partes iguales.

La directora general de Protección Civil, Pilar Bravo, ha señalado que las obras comenzarán de inmediato, una vez que se firmen los respectivos acuerdos. Este año se pretende acabar con todas las deficiencias en equipamientos, y para ello está previsto también que se renueve y amplíe la red telefónica de estas zonas, ha dicho Pilar Bravo.

"La Dirección General de Protección Civil va a invertir unos 700 millones de pesetas en vehículos todo terreno y en estaciones de clasificación y descontaminación, que serán ubicadas en los alrededores de las centrales nucleares", ha afirmado la directora general de Protección Civil. Pilar Bravo ha afirmado asimismo que se van a intensificar los cursos de información y capacitación en los ayuntamientos y que a finales de este año se piensan realizar simulacros de evacuación.

Según Pilar Bravo, "la respuesta de la población civil a este tipo de pruebas es positiva, pese a los fallos técnicos y de participación que hubo en los simulacros de evacuación de las centrales de Vandellós, en 1987, y la de Trillo, el pasado año, debidos sobre todo a una falta de: capacitación de la población y de los alcaldes". En su opinión, España está por delante de varios países europeos en el tema de la emergencia exterior de las centrales nucleares.

Por otro lado, la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturalleza (Aedenat-Foe) ha criticado el Plan de Emergencia Nuclear y ha advertido que 8.895 habitantes de distintos pueblos de Cuenca carecen de protección frente a un posible accidente de las centrales de Zorita o Trillo. Fuentes de este grupo ecologista manifiestan igualmente que 4.637 ciudadanos de Albacete corren el mismo riesgo en relación con la central de Cofrentes.

Zonas de protección

El Plan de Emergencia Nuclear contempla dos zonas de protección en torno a las centrales, una de 10 kilómetros, en la que se prevén medidas que pueden llegar a la evacuación de la población, y otra de 30 kilómetros, en la que se considera obligatorio un control de las principales vías de contaminación (aire, alimentos, agua, suelos, etcétera). "Los planes de emergencia tienen carácter provincial y no prevén la adopción de medidas en poblaciones ubicadas en otras provincias, aunque se encuentren dentro de las distancias antes indicadas", añaden las mismas fuentes. Los ecologistas critican que este plan llegue 20 años después de la puesta en funcionaniento de la primera central nuclear. También consideran insuficientes, en relación con el accidente de Chernobil, las zonas de evacuación, por lo que proponen una ampliación de las mismas a 30 y 150 kilómetros, respectivamente.Los ecologistas afirman que el Plan de Emergencia Nuclear no contempla la existencia de mecanismos que permitan la activación de estos planes, con independencia de lo decretado por los explotadores de las centrales. Piden la realización de simulacros de evacuación anuales con la participación de todas las poblaciones afectadas, y estiman que debiera ser obligatorio disponer de equipos médicos especializados en las poblaciones próximas a una central nuclear.

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