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La Escuela de Arte Dramático y Danza se queda sin sede

Alumnos y profesores denuncian su situación

Alumnos y profesores de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza protestaron ayer, en una insólita manifestación llena de originalidad escénica, ante los ministerios de Educación y Cultura, para solicitar un espacio físico en el que quepan y puedan desarrollar su labor, tras el obligado desalojo y abandono de la que es su sede desde 1951, previsto para junio. La conversión del teatro Real en teatro de la Opera, cuyas obras han sido iniciadas, coloca a estos centros -y al Conservatorio de Música- en una situación que profesores y alumnos califican de caótica e indigna.

Tienen que marcharse de la que es su sede desde 1951, en el edificio del teatro Real, ya que se han iniciado las obras que convertirá a todo el inmueble en teatro de la ópera en 1992, y ni el Ministerio de Educación, del que dependen, ni el Ministerio de Cultura, dueño de su actual sede, les proporcionan un espacio en el que ubicarse.Ello ha hecho que, tras infructuosos contactos con el Ministerio de Educación, profesores y alumnos salieran ayer a la calle, junto con la Unión de Actores, que les apoyaba en sus reivindicaciones, en una manifestación en la que demostraron ser especialistas artísticos, ya que tanto consignas como música y la interpretación de ambas cosas eran una auténtica puesta en escena.

La situación no es nueva, ya que se supone que el Estado la tiene prevista desde hace años. En principio se les iba a trasladar al pabellón Sabatini, solución que a todos parecía correcta, hasta que se ha comprobado y reconocido que en aquel inmueble no cabría ni una sola de estas escuelas, al margen de que en él no existiría sala de teatro donde los alumnos deben practicar. El Ministerio de Educación y Ciencia buscó como primera solución separar danza y teatro, aunque sus ocupantes piensan que estando unidas se enriquecen mutuamente. Aun así tampoco cabrían.

Ricardo Doménech, director de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, calificó de situación caótica los momentos que atraviesan profesores y alumnos de este centro oficial, y denuncia tanto la descoordinación entre los dos ministerios -Cultura y Educación- como la absurda situación que se les ha creado. "Nosotros estamos aquí para enseñar y aprender, y no tiene sentido que la Administración nos cree estos problemas".

El escenógrafo y académico Francisco Nieva, uno de los más activos participantes en la manifestación, declaraba: "Tanto un ministerio como otro están haciendo políticas de escaparate y dejan la trasera, donde se encuentra lo importante, patas arriba", y añadía: "Para que la situación del teatro, a corto y largo plazo, no sea de penuria deben crear infraestructura".

Nieva, que se mostraba quejumbroso por la invasión de compañías extranjeras en las carteleras, coreó numerosas consignas en la manifestación, al la, lo de unos 300 alumnos y una veintena de compañeros suyos como los autores José Luis Alonso de Santos y Lourdes Ortiz o el experto teatral Juan Antonio Hormigón.

Al problema, ya antiguo, de la falta de espacio de esta escuela , se suma que en los nuevos planes de estudios, aceptados por el Ministerio de Educación, incluyen, además de interpretación, que ya existía, dirección escénica, títeres y marionetas, escenografía y mimo y pantomima, por lo que la nueva sede debería ser más grande.

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