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"Queremos nuestra agua, no os la llevéis"

Un pueblo de Cáceres lucha para que derriben una presa que abastece a una base militar

Al grito de "Queremos nuestra agua, no os la llevéis", la población de Navezuelas (877 habitantes), situada en una de las mayores bolsas de pobreza de Europa, se ha movilizado para exigir al Ministerio de Defensa la demolición de una pequeña presa que se construye para abastecer a una base militar. "El agua es nuestra, hay muy poca y la gente está que arde, porque no va a permitir que se la lleven los militares", comenta Cristino, el propietario de un bar, quien desde hace más de una semana ve cómo el agua sale "turbia, sucia...".

Durante algunos días los niños de Navezuelas dejaron de asistir a clase, los comercios cerraron, las mujeres abandonaron las tareas domésticas, los hombres las faenas agrícolas y los viejos sus apacibles paseos matinales, para dirigirse todos hacia el río Almonte, origen del conflicto.Unos 650 metros más abajo de donde la Comandancia de Obras de la Primera Región Militar realiza las obras se encuentra la toma de agua para el suministro de Navezuelas "y el río recibe la. tierra y la suciedad que vierten, que después nos llega a nosotros", comenta Loreto, una joven integrante de la comisión ciudadana.

"Nuestra sorpresa fue mayor cuando en las proximidades del nacimiento del río descubrimos que los militares tienen un basurero con dos o tres toneladas de residuos. Cuando lleguen las primeras lluvias, los restos de la basura se deslizarán hacia el río", denuncia José Gabriel Sánchez.

Los problemas comenzaron cuando en julio del pasado año la Comandancia de Obras de la Primera Región Militar solicitó permiso a la Confederación Hidrográfica del Tajo para construir una pequeña presa en el río Almonte con destino al abastecimiento del Centro de Transmisiones-2, y que hasta ahora se suministraba del río Viejas.

Secretos militares

Durante el período de información pública, 466 vecinos se opusieron, pero las obras se realizaron. "¿Y además, por qué la Confederación les autorizó un caudal de 3,3 litros por segundo, casi el doble de lo que nos permiten a nosotros? Corre el rumor de que quieren desviar el agua desde la base hasta Guadalupe, y lo cierto es que en las obras participaron obreros de esta localidad y no de Navezuelas", señala José Gabriel Sánchez.El Centro de Transmisiones2, conocido popularmente como base de las Villuercas, fue construido hace más de una década y su actividad pasa por ser un secreto para el vecindario de Navezuelas y en general para toda Extremadura. "Está situada a pocos kilómetros del pueblo e incluso quienes allí viven están empadronados en Navezuelas, pero pasan semanas y semanas sin verles, con lo que no dejan ningún beneficio. La vida la hacen en Guadalupe".

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Algunos vecinos recuerdan que oyeron comentar a los obreros que participaron en su construcción que "se hicieron grandes agujeros en la montaña", pero, "secretos militares al margen", dice José Gabriel Sánchez, "no vamos a permitir ahora que se Ileven este bien preciado que es para nosotros el agua, cuando pueden tomarla de otro río".

"¿La Confederación Hidrográfica del Tajo tasó suficientemente el caudal del río para autorizar la obtención de tanta agua?" y "¿por qué no se atendieron las alegaciones del pueblo?" son algunas preguntas que se hace el vecindario de Navezuelas en estos días de desconcierto de su habitualmente tranquila vida doméstica.

Los más jóvenes han dado la voz de alarma. Se han creado diversas comisiones, que visitan a la gobernadora civil de Cáceres, a los departamentos de Sanidad y a la Confederación Hidrográfica del Tajo y, con carácter inmediato, se anuncia la visita de un responsable militar para hablar con los vecinos de Navezuelas de unas aguas "que no queremos perder y cuya potabilidad está en entredicho".

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