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Las tropas soviéticas abandonarán definitivamente Afganistán mañana

Pilar Bonet

La retirada de las tropas soviéticas de Afganistán quedará completada mañana, 10 días antes de lo previsto, según una hipótesis avalada por varias pistas en Moscú, pero no confirmada oficialmente ni en la capital soviética ni sobre el terreno en Afganistán, donde el mando militar se niega a desvelar los planes concretos de evacuación. Una fuente soviética próxima al Ejército manifestó ayer a esta corresponsal que es inminente la entrega a las tropas afganas del aeropuerto de Kabul, actualmente controlado por los militares de la URSS.

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Las tropas soviéticas se despedirán definitivamente de Afiganistán mañana, aseguró la fuente en Kabul, prosiguió, quedará una representación diplomática soviética prácticamente atrincherada y reducida al mínimo necesario. El Ministerio de Exterio res de la URSS ha organizado este fin de semana un viaje para corresponsales occidentales a la frontera soviético-afigana de Termez con el fin de ver regresar a los internacionalistas.El órgano del Ejército, Krasnaia Zvesda, publicaba ayer en su primera página un reportaje muy descriptivo sobre la retiraba, donde se decía que el Estado Mayor de las fuerzas soviética en Afganistán había cambiado su emplazamiento. Del texto se desprendía que el mando del Ejército soviético en Afganistán, que dirige el general Boris Gromov, se desplazaba hacia el norte, al igual que las 27 columnas militares soviéticas que se mueven hoy en territorio de Afganistán. "Puede decirse que todas nuestras guarniciones se encuentran ahora prácticamente sobre ruedas", decía el coronel D. Turlais.

Krasnaia Zvesda dedicaba gran espacio a explicar el proceso del enfrentamiento entre los soviéticos y el jefe de la guerrilla, Ajmad Shaj Masud, en quien Moscú había puesto grandes esperanzas dentro del programa de pacificación del país. Según Krasnaia Zvesda, la decisión de comenzar acciones militares contra Masud no había sido fácil. El diario reconocía que la URSS había mantenido contactos con Masud y aseguraba que éste había rechazado las dos propuestas que se le hicieron, a saber: o vigilar la parte sur de la ruta de paso de Salang o no impedir al Ejército afgano reforzar sus puestos de vigilancia y contingentes a lo largo de esta. ruta. "Masud rechazó ambas propuestas", decía Krasnaia Zvesda, que acusaba al jefe militar de haber hostigado las columnas afganas que llevaban pan a la población de Kabul. De ahí, según el diario, el ataque del pasado 23 de enero en el que participaron las tropas soviéticas y que se salió con víctimas civiles.

En Moscú, medios próximos al Ejército que mantienen una postura crítica hacia la política de Mijail Gorbachov dijeron ayer a esta corresponsal que las tropas soviéticas son responsables de la ruptura del pacto de no agresión vigente con Masud. La fuente, que goza de prestigio en medios militares, dijo que la agresión había sido ordenada desde la URSS y se negó a hacer comentarios, alegando "ya he dicho demasiado".

Kabul, dijo la misma fuente, tiene víveres para 15 días o menos, si se considera que es probable un flujo de refugiados desde el sur de Afganistán. Krasnaia Zvesda decía ayer que más de 24.000 soldados habían sido enviados ya hacia la URSS y que 3.500 toneladas de harina habían sido entregadas por los soviéticos en Kabul, en tanto que 3.475 toneladas toneladas de pertrechos militares habían llegado a Kandahar.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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