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SANIDAD

Los médicos españoles, entre los más fumadores del mundo

Los médicos españoles se hallan entre los profesionales sanitarios del mundo que más fuman, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un 48% de los facultativos españoles practica este hábito, mientras que este porcentaje es sólo de un 10% en ese colectivo en EE UU, 15% en Finlandia, 17% en Noruega, 22% en Suecia, 39% en Francia y 42% en la URSS. Según Sanidad, casi un 8% de los facultativos españoles fuma en consulta delante de los pacientes.

La OMS se ha marcado como uno de los objetivos básicos de la lucha antitabaco que este colectivo dé ejemplo. Esta organización insta también a los facultativos a ayudar a los pacientes a dejar el hábito y a presionar, por conducto de las asociaciones médicas, en favor de medidas que fomenten el concepto de una sociedad sin tabaco".Un informe de Sanidad, presentado recientemente por el director general de Planificación Sanitaria, Juan José Artells, cifra en más de un 50% los profesionales sanitarios que fuman en España y en un 40% los que permiten que sus pacientes fumen en la sala de espera. Sanidad prevé realizar una especial labor persuasiva sobre este colectivo y sobre los docentes, que también fuman por encima de la media nacional.

Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas de 1985, el 42% de las médicas fuma, mientras que la media entre las españolas está en el 21 %. Y los médicos fuman en un 46%, mientras que los varones españoles lo hacen en un 42%. Sucede pues lo contrario de lo que ocurre en. la mayoría de los países, donde el colectivo sanitario fuma en menor medida que las media nacional.

Los médicos más fumadores son los de Polonia (70%), Portugal (67%), Holanda (65%), Grecia (63%) y Hungría (52%)

Un informe presentado en la pasada Conferencia sobre Política Europea del Tabaco aconseja a los médicos que midan el monóxido de carbono existente en el aliento de sus pacientes, cuyos resultado "puede ejercer un efecto motivador espectacular".

Los médicos británicos, entre los que se ha producido una sustancial reducción del tabaquismo -en 1955 los consumidores eran un 70% frente al 10% actual-, no han dudado en recurrir a métodos macabros para estimular iniciativas políticas antitabáquicas de sus parlamentarios, a quienes enviaron esquelas con la siguiente leyenda: "Deseo informarle del fallecimiento de uno de sus electores, que era paciente mío. Esta persona fumaba".

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