Un consorcio sueco rescatará un galeón español en aguas del Caribe
Un consorcio sueco ha obtenido del Gobierno colombiano el encargo de realizar las tareas de rescate del galeón español San José, hundido en las costas del país suramericano en 1708. El valor en metales preciosos que el barco contiene ha sido estimado en una cifra que va desde 7.000 millones a 20.000 millones de coronas (entre 140.000 y 400.000 millones de pesetas).A la cabeza del consorcio, que obtuvo la adjudicación en competencia con empresas de 11 países, se encuentra el Banco Estatal de Inversiones de Suecia, y la empresa que tendrá la responsabilidad de los trabajos es Neptun Engineering, la misma que reflotó el barco sueco Basa, que se hundió al hacerse a la mar por primera vez a mediados del siglo XV, rescatado en 1965 y convertido hoy en uno de los museos más visitados de Estocolmo.
Sólo las tareas de localización del San José, primera etapa de la operación, costará cerca de 30 millones de coronas, y 100 el reflotamiento. El barco se halla hundido a unos 250 metros de profundidad. Harry Schein, presidente del Banco de Inversiones, ha declarado que, al margen de los beneficios que la empresa pueda arrojar si se tiene éxito, la adjudicación representa un reconocimiento a la tecnología sueca en este tipo de tareas.
Comísiones
Un diputado colombiano, sin embargo, denunció que el banco sueco había pagado una cuantiosa cantidad a las autoridades de su país para obtener la licitación.El diputado exhibió una supuesta carta de Schein en apoyo de su denuncia, lo que fue negado enfáticamente por éste, que atribuyó a inversión a infundios de un consorcio norteamericano competidor.
El San José integraba una flota de 26 barcos que en marzo de 1706 envió a Felipe V a Suramérica para recoger oro y plata destinados a financiar la guerra de sucesión de la corona española. En febrero de 1708 la flota cargó en el puerto de Portobelo, en Panamá, un verdadero tesoro, cuya carga esta documentada minuciosamente en los archivos de la Casa de Contratación. A fines de mayo la flota navegó rumbo a Cartagena y el 8 de junio fue atacada por la flota inglesa, algo que era muy habitual entonces, y el San José fue hundido mientras otro de los galeones, el Veracruz, caía en manos de la piratería británica.
La leyenda que desde hace 300 años rodea la historia de este barco podría ponerse en claro ahora si los expertos suecos tienen suerte en la empresa. En Bogotá ya están preparados para recibir el tesoro que guardan las bodegas reales hundidas en el mar.
