Se animan los grupos industriales
El dinero, todavía escaso, ha continuado presionando en los sectores industriales del mercado, efectuando así una nueva declaración de intenciones de cara al futuro inmediato. Los valores químicos, siderúrgico y de construcción, han registrado un incremento de la actividad en sus corros, aunque en la situación actual esto supone un avance muy pequeño. Como contrapunto está el descenso en el volumen negociado en el sector bancario, que ha venido acompañado por un ligero retroceso en los restos vendedores de los ocho grandes.
La jornada se abrió con un sector eléctrico lleno de dudas, por lo que sus componentes sufrieron una serie de altibajos de pequeña importancia. Muy pronto les llegó el turno a los valores industriales, en los que el retroceso del papel fue el mejor argumento que encontraron los habituales para seguir con sus tanteos y tomas de posiciones. Frente a unos volúmenes negociados en los corros que ofrecen pocas garantías, se da un incremento de los precios lo suficientemente pausado como para no despertar temores, al menos mientras las plusvalías acumuladas no sean muy altas.
Los valores bancarios volvieron a poner el acento en la altura de las cotizaciones y en la atracción que éstas ejercen sobre el papel, aunque la repetición volvió a ser la respuesta del grupo a la presión vendedora, presión que ha descendido en un grado parecido al de la actividad. Las posiciones al cierre no indicaban el mantenimiento del ritmo de la sesión, tal vez porque en esta ocasión el dinero decidió actuar antes de lo que viene siendo habitual para evitar llegar tarde a este intento de cambio de orientación del mercado.
