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"Querer es poder y podremos"

En el aparcamiento de la empresa de J. J. Gussoni hay un sitio reservado para el coche del empleado del mes. En la pared de su despacho, un lema: "Querer es poder y podrenios". Es el estilo de un empresario que desde el principio ha querido ser especial.El caso de Gussoni fue ampliamente difundido en los medios de comunicación, y hasta se le llamó empresario modelo. Y no por fabricar uñas de porcelana de quita y pon, un producto nuevo en España, sino por contratar a las personas que no quiere ningún patrón: minusválidos flisicos, jóvenes en busca del priiner empleo y mayores de 45 años.

"Además, les hice contrato indefinido, porque yo no creo en los temporales: en estos únicamente se trabaja con ilusión al principio, después sólo se piensa en la renovación", explica.

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Pasó 13 años en EE UU y hace tres que regresó a España. "Vine dispuesto a disfrutar, pero un buen día me dije: ¿Me voy a convertir en un parásito?". Primero lo intentó en política y se embarcó en la operación Roca. Pero los nulos resultados de la experiencia refiormista le hicieron cambiar de rumbo. Invirtió 600 millones en la fábrica y empezó. Buscaba un modelo de integración total en los objetivos de la empresa, la gran familia de trabajadores.

Aplicó un sistema de incentivos singulares: empleado del mes, subida de sueldo a los tres meses, primas por rendimiento, residencia de verano a los tres años, 5% del sueldo de bonificación por dejar de fumar. Para dar ejemplo, Gussoni fue el primero en abandonar el tabaco. Ahora, en la mesa de su despacho, los ceniceros rebosan de colillas de Pall Mall.

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