La perdida de popularidad de Koivisto desconcierta a los finlandeses
Los resultados de las elecciones presidenciales finlandesas desautorizaron todas las especulaciones previas. Aun cuando los sondeos de opinión habían mostrado una tendencia a la baja en la popularidad de Mauno Koivisto, que en una ocasión llegó precisamente casi al 48% que finalmente obtuvo, un 52% era la cifra promedio que todos esperaban. La búsqueda de explicaciones a los motivos por los que un hombre que hace dos años contaba con un respaldo del 64% para ser reelegido presidente en votación directa no haya llegado al 50% era ayer el tema dominante en la vida política de Finlandia.
Este hecho implica una derrota para Koivisto, aun cuando todavía tenga el 47,9%, un respaldo considerable de la opinión pública y más del doble del candidato más cercano. Los escándalos de corrupción que suelen sacudir la vida política de Finlandia no alcanzaron nunca a la persona de Koivisto. Pero tampoco hubo nada que pudiera destacarse como signo de brillantez- o efectividad en su gestión y la oposición le reprochó a menudo su falta de protagonismo internacional, lo que no parece infundado. Finlandia sigue teniendo, de cara al exterior, una imagen tan brumosa como la de su paisaje invernal.En el plano interno, Koivisto, quizá demasiado seguro de su popularidad, perdió contacto con el pueblo, se aisló y mostró en algunos episodios inusuales rasgos de arrogancia.
Koivisto obtuvo 144 electores para el colegio, de un total de 300, que deberán elegir el presidente en forma indirecta. No son suficientes, necesita por lo menos siete más, pero se da por descontado que saldrá elegido en la primera reunión del colegio, el 15 de febrero.
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