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Israel expulsa a 9 palestinos de los territorios ocupados

JAVIER VALENZUELAIsrael ha vengado, con cinco semanas de retraso, la audaz operación de un guerrillero palestino que, a bordo de un ala delta, penetró en la alta Galilea y mató a seis soldados. Un último balance cifra en 21 el número de muertos -18 palestinos y 3 rusos- y en 11 el de heridos en los diversos bombardeos isrelíes de la noche del sábado en el sur de Líbano. Esa represalia se produce cuando aún colea la revuelta palestina en los territorios ocupados de Jerusalén este, Cisjordania y Gaza. Los israelíes anunciaron ayer la expulsión de nueve habitantes de Cisjordania y Gaza y la muerte de una joven cerca de Ramalá.

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En la noche del 25, al 26 del pasado noviembre, un fedayin (guerrillero) palestino consiguió penetrar en Israel desde el sur de Líbano a bordo de un ala delta provista de un pequeño motor. La espectacularidad del sistema empleado, y la media docena de bajas israelíes que causó la acción provocaron un terrible disgusto a las autoridades políticas y militares israelíes, y, según afirman ellos mismos, dio ánimos a los miles de jóvenes de Jerusalén este, Cisjordania y Gaza, que poco después comenzaron a enfrentarse a pedradas contra los soldados del Estado israelí.Como consecuencia, las autoridades israelíes han decidido la expulsión de tres activistas palestinos de la franja de Gaza y otros seis de los campos de refugiados de Balata y Kalandia, y de la aldea de Dura, en Cisjordania.

Una petición norteamericana para que la represalia por esa operación no coincidiera con la última cumbre entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, y la propia sublevación popular en los territorios ocupados, ha retrasado cinco semanas; la inevitable respuesta armada israelí.En la noche del sábado, pocas horas después del fin del shabat judío, la aviación y la marina israelíes se lanzaron finalmente contra las instalaciones guerrilleras palestinas cercanas a la ciudad surlibanesa de Sidón. Los objetivos de los bombardeos fueron una base de Al Fatah, el grupo de Yasir Arafat, y otra del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), grupo prosirio dirigido por Ahmed Yibril y responsable del ataque con ala delta. El FPLP-CG afirmó ayer que responderá de forma "adecuada" a la "masacre bárbara" perpetrada por Israel. Arafat, Georges Habache y Nayef Hawatme denunciaron por su parte las expulsiones dictadas por las autoridades de ese país.

El Ejército israelí aprovechó la ocasión para cebarse desde el aire y el mar en un puerto del Chuf bajo control del Partido Socialista Progresista (PSP), dirigido por el señor de la guerra druso, Walid Jumblat. Los israelíes complicaron así el actual contencioso entre los drusos y el Ejército regular libanés. El Ejército pretende la recuperación de un helicóptero Gazelle que uno de sus oficiales, druso de confesión, se llevó hace unos días al Chuf.

Las primeras acciones israelíes del nuevo año en Líbano se producen cuando aún no se han apagado los ecos de la espontánea y masiva revuelta de los jóvenes palestinos que habitan los territorios ocupados por el Ejército hebreo en la guerra de 1967. Las huelgas y manifestaciones han bajado de intensidad en los últimos días a causa de los centenares de detenciones practicadas por el Ejército israelí, las malas condiciones meteorológicas y la propia fatiga de los sublevados.Las aldeas, barrios, ciudades y campos palestinos en Tierra Santa han recibido el año 1988 rodeados por alambradas, bloqueados con bidones metálicos y patrullados por miles y miles de guardias fronterizos y soldados de brigadas de elite israelíes. El parecido con los guetos de los negros surafricanos ha llamado poderosamente la atención a los periodistas de todo el mundo que han pasado allí las fiestas de Navidad. No obstante, Arafat aseguró ayer que sus hombres no van a utilizar las armas.

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Dos nuevos campos de refugiados de Cisjordania fueron sometidos ayer al toque de queda mientras las autoridades israelíes informaban de la detención e interrogatorio de 85 árabes israelíes que hace 10 días se solidarizaron con una huelga general con sus hermanos de lengua y cultura de Jerusalén este, Cisjordania y Gaza. Un gran número de esos detenidos pertenece al Partido Comunista Israelí, formación en la que encuentra refugio una parte importante de los 65.000 árabes que viven en las fronteras de Israel anteriores a la guerra de los seis días.

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