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Jesús Gil cura su estrés en una clínica de Marbella

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, permanecerá durante dos semanas en una clínica de Marbella, para desintoxicarse del mundo del fútbol y tratarse el estrés que sufre. Gil, sin embargo, sale de la clínica cada tarde, a las seis, para supervisar personalmente sus negocios en el Club Financiero Inmobiliario.Jesús Gil dio muestras de cansancio en las últimas fechas y ésa ha sido una de las causas por las que no ha viajado con el equipo en sus salidas, salvo a la última en Barcelona. Su actividad ha sido frenética desde que accedió a la presidencia del club, y su propia familia le había advertido hace tiempo que acabaría agotado, como así ha ocurrido.

Antes de aceptar estas dos semanas de relativo reposo, Jesús Gil ha negociado en las últimas fechas contratos con la nueva empresa que lleva el bingo del club, la explotación publicitaria estática del estadio Vicente Calderón, y la publicidad en las camisetas. También ha dirigido una llamada a los socios rojiblancos, a través de una carta personal, en la que pide su ayuda para sacar adelante su política de abonos, que se ha quedado muy por debajo de sus previsiones.

Los de enfrente

En la carta, Gil expone lo siguiente: "Querido socio, entre todos debemos sentar las bases para hacer un club fuerte y respetado, porque en los últimos años sólo hemos estado en apariencia. Podéis estar seguros que se han acabado los amiguismos y tantos y tantos vicios que nos habrían conducido a la desaparición. No pretendo parecer el salvador de nada para aquéllos que quieren al Atlético, que son menos de los que parecen. Por eso, los de enfrente están a 1.000 años luz, y así seguirán otros 30 años, con la prepotencia y con el complejo de superioridad que tienen, porque están más unidos que nosotros. La verdad no gusta, lo comprendo, pero hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre".Más adelante, Gil indica: "No hay que entrar en el juego del desánimo y la discordia. Con posibles errores, estamos transformando la entidad. La plantilla se ha reforzado con mi dinero, y eso no es malo para el club. Los otros han tardado dos años en conjuntarse. Hay que defender a nuestro club como si se tratase de nuestro propio puesto de trabajo. Que ningún intoxicador trate de cambiar nuestra propia identidad. Hay que terminar de captar abonados, y cada socio debería colaborar y conseguir tres abonos, así como cooperar con las azafatas en esa búsqueda de nuevos abonados. Es la forma de salir adelante. Mientras el Atlético no molestaba ni hacía sombra a nadie era acomodaticio. Pero el nuevo club que reclama su cuota de mercado en la ciudad sí molesta. Pero pisamos fuerte, y sin demagogias, que no es mi estilo".

"Nota: Si conocéis a personas que quieran colaborar como azafatas, poneos en contacto con el club. Yo estoy abierto a todos".

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