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La detención del 'comando Donostia'

La acción policial que ha permitido detener a uno de los grupos del comando Donostia de ETA Militar, operación en la que perdió la vida la terrorista Lucía Urigoitia, se inició sobre las once de la noche del pasado miércoles, en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa), con la detención de dos presuntos liberados que viajaban en un coche Renault 18. Los liberados -elementos que se dedican en exclusiva a las actividades terroristas y que cobran de su organización- se encontraban en las inmediaciones del número 3 de la calle de Errentería donde tuvo lugar el tiroteo y la muerte de la tercera integrante del comando.De acuerdo con la nota oficial del Gobierno Civil de Guipúzcoa, facilitada al mediodía del jueves, Ignacio Erro Zazu, Pelos y Estanislao Echaburu, Estanis, se resistieron a ser detenidos y durante el forcejeo causaron heridas y lesiones a cuatro guardias civiles, tino de los cuales ostenta el grado de sargento. En la nota gubernativa se indicaba a continuación que uno de los guardias se encontraba hospitalizado con pronóstico menos grave, lo que inducía a pensar qué agente había resultado herido igualmente en el forcejeo.

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Posteriormente, sin embargo, ha podido saberse que el guardia hospitalizado resultó herido con múltiples fracturas en el abdomen a causa del impacto en su chaleco antibalas de un proyectil disparado por la activista muerta, cuya militancia ha reconocido ETA Militar. Neutralizados los dos presuntos liberados, fuerzas de la Guardia Civil acordonaron el edificio del número 3 de la calle Errentería, y una unidad de elite de ese cuerpo, las UEI (Unidades Especiales de Intervención) subió hasta el quinto piso, ocupado en ese momento por tres personas, entre ellas Lucía Urigoitia, y se apostó junto a la puerta letra D, provistos de chalecos antibala y de cascos.

A las 0.15 horas del jueves, los UEI forzaron la cerradura de la puerta con un martillo neumático y penetraron en la vivienda tras lanzar en su interior dos granadas Sturn que provocaron una gran humareda. Los vecinos escucharon a esa hora dos explosiones, atribuibles al lanzamiento de las granadas, disparos y gritos. Algunos vecinos afirman haber escuchado con posterioridad, en un plazo de tiempo que no llegan a precisar, otros disparos, alguno de los cuales habría sido hecho en la escalera, y más gritos.

Estos testimonios resultan tan confusos que no permiten reconstruir siquiera hipotéticamente la acción policial. Entre los gritos que algunos vecinos dicen haber escuchado figuran expresiones pronunciadas en distintos momentos como: "Detente, he dicho que quieto, quieto" y "No seas bárbaro, no lo hagas, no lo hagas", y otra: "¿Qué vais a hacer?", adjudicada a la otra mujer detenida en el piso, Alicia Pereira.

En el piso se encontraron subfusiles, granadas, pistolas, munición y documentación falsa. Alicia Pereira Muiños y su primo Manuel Muiños Garcia, dueños de la vivienda, fueron detenidos y acusados de formar parte de la infraestructura de ese grupo del comando Donostia.

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