Savater prepara el estreno de su segunda obra de teatro, 'El último desembarco'
El escritor y filósofo Fernando Savater y el pintor Guifiermo Pérez Villalta son el autor y el escenógrafo, respectivamente, de la puesta en escena de El último desembarco, que, bajo la dirección de María Ruiz y con música de Bernardo Bonezzi, se estrenará el próximo 28 de julio en La Coruña la obra, segunda que se estrena de Savater, es un drama cuyo argumento gira en torno a la vuelta de Ulises.
Para Fernando. Savater, quien tuvo sus primeras experiencias literarias en la adaptación de diversas obras teatrales, éste es el segundo texto dramático que lleva a escena. El primero, Vente a Sinapia, una reflexión sobre la utopía, estrenado en 1983, tenía, para el autor, muchas menos posibilidades dramáticas que su segunda obra, El último desembarco. Su primer texto teatral, Juliano en Eleusis, nunca fue montado, y la tercera, sobre César Borgia, El campo de la verdad, fue inabordable debido al medio centenar de personajes que incluía. "Ante las protestas de María Ruiz, la directora, sólo incluí en ésta cuatro personajes", comenta Savater, "pero estaba casi dispuesto a hacer un monólogo".El último desembarco está voluntariamente orientado hacia la dramaturgia. "Es un argumento muy poco sorprendente, ya que es el canto 13 de La Odisea, en el que Ulises es abandonado en la playa de Itaca y se produce el encuentro con la diosa Atenea". El personaje de la diosa Atenea, será representado por un muchacho, el actor Mario Míguez. "Me gustó la idea de poner una figura masculina para indicar la ambigüedad de las diosas griegas", comenta Savater.
A partir del texto de Homero, Savater, jugando con una cierta intemporalidad o modernización del texto clásico, ofrece otros interrogantes. "Ulises se plantea en esta obra si debe seguir llevando esa vida errante y aventurera en la que la juventud es eterna o si se debe convertir en propietario, padre y rey y volver a su palacio a envejecer. Pero, como manda Homero, Ulises opta por volver a casa", añade el autor.
En esta ocasión el texto de Savater no presenta citas camufladas, como es habitual en él, a excepción de una pequeña perteneciente a Séneca. El teatro le atrae de manera especial: "Me posibilita hacer literatura sin alejarme de la vocación filosófica y me permite dividir los razonamientos en varios personajes y sobre todo encarnar el pensamiento para que éste no flote desencarnado, y no me obliga a introducir descripciones o retóricas que yo me siento incapaz de hacer".
La colaboración entre el escritor y la directora teatral María Ruiz es continua, ya que cada vez que se ha adentrado en el mundo de la escena lo ha hecho de la mano de esta directora, una de las pocas mujeres, y quizá la más prestigiada, que en nuestro país se dedica a esta profesión.
La escenografía
Autor y directora tuvieron claro desde un principio pedir al pintor Guillermo Pérez Villalta que realizara la escenografía. Éste confirma que le insistieron mucho y que terminó aceptando, "ya que el mundo de la escenografía siempre me ha atraído y éste es un proyecto muy atractivo"."He intentado recrear elementos ilusionistas", afirma Pérez Villalta, "moviéndome entre algo real y un pequeño punto de engaño. La escenografía moderna prescinde de ese lado de fascinación".
El reparto cuenta, además de con Mario Gómez y Alberto Delgado, con dos importantes actores de la escena española: Mayrata O'Wisiedo y Manuel de Blas. La única actriz realiza el papel de aya, personaje que para Mayrata. O'Wisiedo ha supuesto un reto importante: "Por lo pronto salgo borracha y en traje de baño", comenta la actriz, "tengo claro que con este personaje voy a superar muchos traumas, además de añadir otros a los ya existentes". Manuel de Blas, que habla de la tremenda comicidad de la obra, añade: "Para nosotros es muy atractiva la dificultad que supone enfrentarse a un texto que pasa de la humorística ironía a reflexiones muy serias e importantes".
