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La hija de Orson Welles, Beatrice, declara: "Mi padre era un gitano"

Ha llegado a Madrid con las cenizas del cineasta

Beatrice Welles, 31 años, hija del cineasta norteamericano Orson Welles y de la tercera esposa de éste, llegó ayer a Madrid con un peculiar equipaje: en una maleta que el director de Ciudadano Kane utilizaba en todos sus viajes llevaba una urna con las cenizas de su padre, fallecido en 1985, que hasta ahora han permanecido en la oficina que su hija posee en Las Vegas. Beatrice dice de su padre que "era un gitano". Las cenizas serán enterradas mañana en la finca El Recreo de San Cayetano, que el torero y gran amigo de Welles Antonio Ordóñez posee a seis kilómetros de Ronda, en la provincia de Málaga.

Beatrice cumple así con la voluntad reiteradamente manifestada por su padre de ser enterrado en España, país en el que vivió en durante varias etapas de su vida y en el que mejor y más feliz se encontraba, "porque era muy gitano", según aseguró ayer su hija Beatrice a este periódico.Beatrice Welles es una mujer rubia, alta y delgada, cuyo físico se podría ajustar al de las actrices televisivas más famosas del momento, pero que esquiva la insipidez de éstas con un gran sentido del humor que ella jura, en perfecto castellano, que ha heredado de su padre, junto a unos pies planos que la hacen quejarse y agotarse más de lo que ella quisiera. "Era tan loco que no hemos heredado ni una peseta".

Boda en Sevilla

Gracias a ese sentido del humor, Beatrice confiesa entre grandes carcajadas que, además de ocuparse ahora de las cenizas de su padre, tendrá que encargarse la semana próxima de las de su madre y las de su abuela, que serán enterradas en el mausoleo que la familia tiene en Roma desde hace 400 años.

Para evitar que este viaje europeo se convierta en un periplo necrológico, Beatrice anuncia que aprovechará para casarse en la catedral de Sevilla con su novio Christopher Smith, ya que ambos son católicos practicantes y han considerado que este viaje es ideal para celebrar su boda.

Al contrario que su padre Beatrice no siente la menor pasión por el mundo del cine. Su única incursión en el celuloide ocurrió cuando ella era muy pequeña, con la película Campanadas de medianoche, filme favorito tanto de su padre como de ella misma. Ella vive de una pequeña empresa de cosméticos que posee en Las Vegas.

Aprender de la vida

De su padre asegura en todo momento que sólo conserva recuerdos maravillosos. En España, donde ella pasó con sus padres por lo menos seis años, asegura que fue plenamente feliz, tanto en Madrid como en las restantes ciudades en las que vivieron. Welles rodó en España algunos de sus filmes, como Campanadas a media noche o Mister Arkadin.

Nunca fue a la escuela. Su padre era contrario a la pedagogía convencional y aseguraba que su hija aprendería más con clases particulares y observando directamente la vida. Beatrice asegura que con la familia disfrutó siempre y en todo momento. "Papá era un hombre siempre sorprendente. No cabía el aburrimiento con él. Me hacía muchos regalos, aunque sospecho que pensaba más en las cosas que a él le gustaría tener que en las que me hacían ilusión a mí, aunque lo cierto es que siempre me lograba divertir con sus ocurrencias".

La ceremonia en la que mañana serán enterrados los restos de Welles va a ser muy íntima, según asegura su hija. No está previsto que asista gente ajena al círculo de la familia Ordoñez y de la del cineasta. "Mi padre tenía muchos amigos, gran parte de ellos toreros, pero sé que hubiera preferido que su entierro fuera un acto muy discreto. Quiero que así sea", dice Beatrice, que considera a Antonio Ordóñez como su segundo padre y que aunque hablaban por teléfono de vez en cuando, a ella siempre le parece que ha conversado con él el día anterior.

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