A quien quiera oírnos
En el vigésimo día de huelga, encierro y movilizaciones, los alumnos de la facultad de Filosofía y Letras de Valladolid queremos llamar la atención sobre la problemática de la formación humanística que se plantea ante el actual proceso de la reforma de la enseñanza.No podemos considerar válida la reforma emprendida por el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) desde el momento en que aplicando criterios mercantilistas se priman los estudios de una mayor rentabilidad económica.
Exigimos que la reforma se vea informada por unos criterios humanos sometidos al interés general. Queremos recordar el carácter relativo del término "rentabilidad", entendiendo por tal un beneficio no sólo económico, sino también de orden humano. Rechazamos la tiranía de unos estudios altamente productivos en términos materiales, producción en consonancia con las necesidades de un sistema económico impuesto y que se nos escapa de las manos, y reivindicamos una concepción madura y libre de egoísmos a la hora de hablar de un nuevo sistema educativo.
Entendemos la educación como un proceso global y libre (sin limitaciones ortopédicas al servicio de intereses particulares) que garantice el pleno desarrollo de las potencialidades humanas. El MEC sacrifica una vez más una educación integral de alta rentabilidad social a largo plazo a cambio de una preparación parcial e insuficiente que, rentable a corto plazo, hipoteca la sociedad del futuro. Consideramos que ya es hora de reformar las decimonónicas estructuras de la Universidad española con vistas a la adaptación a las necesidades que plantearán unos futuros planes de estudios equilibrados y completos.
Porque reconocemos el importante papel que tiene la educación y somos conscientes de la urgencia de una reforma, solicitamos ser oídos y tenidos en cuenta a la hora de planificar la necesaria transformación de los contenidos y estructuras educativos.
Todo esto pasa por la definitiva democratización del sistema educativo, una adecuada financiación pública que garantice la ejecución de la reforma en su aspecto técnico, un sistema de control de la docencia que garantice la ejecución de la reforma en su plano humano, una apertura real de la Universidad a la sociedad olvidando de una vez viejas selecciones elitistas (económicas y académicas). Por tanto, pedimos una reforma global del sistema educativo, que supone como mínimo:
- Iniciación de un nuevo proceso de elaboración de los futuros planes de estudio, en el que esté presente la participación del alumnado desde el primer momento.
- Paralización de la actual reforma de las enseñanzas medias en busca de una coordinación con la reforma de la Universidad.
Estamos convencidos de que tenemos razones lo suficientemente sólidas como para demostrar nuestro rechazo a las actuales directrices de la política educativa del Gobierno, y nos mantendremos en esta postura, que es común a la de la casi totalidad de las facultades de Filosofía y Letras del Estado, hasta que se produzca un cambio de actitud por parte del ministerio.-
y 467 firmas más. Valladolid.
