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Encarcelados los dos empresarios implicados en el 'caso Guillem Fruit'

El titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia, Juan Bautista Cremades, ha ordenado el ingreso en prisión de los dos empresarios procesados por la supuesta estafa de la empresa Guillem Fruit, José Francisco Guillem Acamer y su hermano Federico.

Los procesados huyeron a México tras ser denunciados por los trabajadores y acreedores en abril de 1986, al no pagar las elevadas sumas que les adeudaban. El pasado mes de enero regresaron a Valencia "para entregarse", según José Francisco Guillem, pero la policía los detuvo el día 13 de febrero, cuando aún no se habían presentado ante el juez.

Guillem Fruit, SA, es una importante empresa valenciana dedicada a la exportación de naranjas y hortalizas, con una plantilla superior a los 200 trabajadores en su almacén de Cullera (Valencia), y con sucursales en Huelva y Almería. Durante la campaña de recolección de la naranja de 1985-1986, los hermanos Guillem, propietarios de la citada empresa, adquirieron partidas de naranjas que no pudieron pagar. Los trabajadores de la empresa tampoco percibieron gran parte de sus salarios.

José Francisco Guillem declaró ayer a este periódico desde la prisión de Valencia que la policía procedió a su detención dos días antes de que se presentara voluntariamente, junto con su hermano, ante el juez. Señaló que no puede quedar en libertad provisional, "porque la fianza supera los 200 millones de pesetas y nosotros no tenemos ese dinero".

Sumario secreto

El letrado Juan Barral Soriano ostenta la defensa de los hermanos Guillem desde el pasado martes, tras la renuncia del anterior abogado. Barral no pudo precisar ayer la cantidad exacta en que está fijada la fianza del auto de procesamiento. El sumario ha sido declarado secreto por el juez instructor, quien ayer se negó, por este motivo, a facilitar dato alguno al respecto.

El auto de procesamiento considera que existen indicios racionales contra los hermanos Guillem por un delito de estafa y otro de alzamiento de bienes. Barral declaró a este periódico que no ve clara la existencia del segundo de los delitos.

Por otra parte, uno de los perjudicados por la supuesta estafa, que prefirió permanecer en el anonimato, explicó ayer que en la localidad valenciana de Sueca no hay apenas afectados, ya que "se sospechó unos meses antes de la huída de los hermanos Guillem sobre sus problemas de falta de liquidez". En Cullera, sin embargo, hay muchos perjudicados. Este periódico intentó obtener de la familia de los procesados su versión de los hechos, pero la madre de los hermanos Guillem se negó a efectuar declaraciones.

El nuevo abogado de los procesados desconocía ayer si su antecesor ha presentado recurso de reforma contra el auto de procesamiento dictado por el juez instructor de esta causa. El procesamiento se decidió hace varios meses, junto con una orden de busca y captura.

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