_
_
_
_
_

Albert García Demestres

Un compositor de 26 años estrena una ópera de cámara

Componer ópera a los 26 años puede considerarse una aventura o una locura. Para Albert García Demestres no es ni una cosa ni la otra: es una deuda espiritual que tenía con Ignacio Prat, poeta, crítico literario y antiguo profesor suyo de literatura en el instituto de bachillerato Sant Josep de Calasanz, de Barcelona. Desaparecido Prat, García Demestres se empeñó en rendirle un homenaje póstumo, y no paró hasta conseguir que su obra Para ti. Soledades sin sombra llegara al escenario del Círculo de Bellas Artes, de Madrid. La obra se estrenó en la noche del pasado miércoles.

Se declara admirador de Woody Allen y Groucho Marx, y repite con fruición la frase del compositor Ernst Krenec: "No sé por qué se ha inventado el teatro del absurdo, cuando ya existía la ópera". Un absurdo, sin embargo, que le seduce sin condiciones: en la actualidad está estudiando canto entre Módena y Bolonia con los maestros de Luciano Pavarotti, con quien mantiene, aparte de un notable parecido físico -fuente de divertidas anécdotas, muy operísticas-, una estrecha amistad y una común pasión por el buen yantar.Pese a su juventud, su carrera como compositor ha merecido ya diferentes reconocimientos públicos: premios de la Fundación Juan March, de Juventudes Musicales, de la Fundación Musician's Accord (norteamericana), encargos de obras para festivales como el de Sylt (RFA) o el de Arte Joven Español -que se celebrará próximamente en Passau (RFA)-, estrenos de obras como Traurigerlieder -presentada hace un par de años en el Palau de la Música con la Orquesta de la Ciudad de Barcelona-, etcétera.

Para ti. Soledades sin sombra es un multiespectáculo en tres actos -el primero, en italiano, y los dos siguientes, en castellano- que narra una historia de ordinaria locura en la que interviene de todo: música, poesía, escenografía con muebles de firma, vídeo, escultura, pintura, danza, desfiles de modas, entrevistas en directo. "Ignacio Prat era un hombre que cultivaba infinidad de intereses. El homenaje tenía que reflejar por fuerza esta multiplicidad", señala García Demestres.

No fue fácil reunir los medios para conseguirlo: la Fundación Juan March prestó un modesto apoyo económico y el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea de Madrid se brindó a estrenar la obra, incluyéndola en su ciclo del Círculo de Bellas Artes. "Lo demás se debe todo a horas de teléfono y a la colaboración desinteresada de muchos amigos", señala García Demestres. Entre ellos, el grupo de diseñadores de muebles Akaba -en el segundo acto aparece el morsillón de Javier Mariscal-, el realizador de vídeos Julián Álvarez, los escultores Joaquín González y Almudena Armenta, la bailarina Pilar Buira -encargada de la coreografía-, la diseñadora de moda Ágatha Ruiz de la Prada y los pintores Ramón y José Moscardó.

La música, interpretada por el grupo Suena de Alabastro, que dirige Ernesto Martínez Izquierdo, ha tenido el difícil cometido de relacionar todos estos elementos. El tenor Joan Cabero fue el protagonista, un hombre desesperado en lucha con su propia soledad. En cuanto a García Demestres, reservó para sí el papel de recitador; recitador, naturalmente, de textos de su viejo profesor de literatura, que no podía tener un homenaje más completo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_