Pobres
Una ciudad también puede leerse por sus pobres. Madrid tiene y ha tenido siempre muchos pobres. Pobres de pedir, pobres de leer (los que llevan un cartel prendido), pobres de strip/tease (los que exhiben sus muñones y las que sacan públicamente un seno como un calcetín para dar de mamar a un niño hindú de post/Vallecas), pobres/Boyer, que son los pobres opinantes en política y economía, al mismo tiempo que piden, pobres infantiles y pobres/pobres. La Comunidad de Madrid y la Iglesia van a ocuparse ahora conjuntamente de los ocho albergues que remedian mendigos de la ciudad. El albergue de San Isidro, en el Paseo del Rey, es el albergue municipal propiamente dicho. A los pobres, naturalmente, les hacemos una lectura según los tiempos. Cuando entonces, los pobres eran consecuencia de una larga postguerra, y no se sabía si habían perdido o ganado, pues que si habían perdido -esto es, si eran rojos- por qué no se les fusilaba. Y si habían ganado, por qué eran pobres de pedir y no estaban de sumilleres en un Ministerio, haciendo quinielas. O haciéndoselas al jefe, como antes de la guerra le hacían los cigarrillos. La lectura del pobre, pues, siempre es confusa paró la sociedad. Ahora, con el socialismo, hay más pobres o se ven más o se les hace una lectura más escandalosa: "De modo que ha venido la dictadura del proletariado, Pepe, y mira los proletarios, durmiendo en la escalera del Metro, mientras Felipe veranea en Doñana". Los pobres nos son muy útiles, nos sirven para todo, y no sólo para los recados. Los pobres testimonian, con su retablo de manquedades, del fracaso del socialismo, de la necesidad del capitalismo y de la urgencia de Segurado o Fraga como alcaldes de Madrid. Cuando el tardofranquismo (palabra de acuñación personal que ahora todo el mundo utiliza como suya), los pobres testimoniaban contra Franco o a favor de Franco: ."Peor era antes de la guerra, Pepe, que los pobres iban en alpargatas; ahora van descalzos, o sea más frescos". Los pobres de la Gran Vía son la punta de Tercer Mundo que enseñamos al turismo. Los pobres son nuestra India interior. Los pobres y las princesas son los únicos que procrean como antes. La inmensa clase media va de diafragma.