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Corazón Aquino y el líder rebelde musulmán Nur Misuan inician las negociaciones de paz

El Gobierno filipino y la guerrilla musulmana del Frente de Liberación Nacional Moro, (FLN M) han acordado mantener el alto el fuego y seguir las negociaciones de paz sobre la base de la creación de una administración autónomona de la comunidad musulmana, según un comunicado difundido ayer al término de la primera reunión entre la presidenta Corazón Aquino y el líder rebelde Nur Misuari. La entrevista transcurrió en un convento católico en Jolo, en el sur de Filipinas, bajo la vigilancia del Ejército y de la guerrilla.

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Un personaje misterioso

Según el comunicado, Aquino y Misuari -uno de los principales líderes del FLNM, que lucha desde hace 14 años por la creación de un Estado musulmán independiente en el sur de Filipinas- acordaron el nombra miento de representantes de ambas partes y la creación de unos comités. Ello tiene por objeto "continuar las negociaciones reales con la mediación de la Organización de la Conferencia Islámica (organismo que agrupa a las 48 naciones musulmanas del mundo)". Los comités estarán encabezados por el general José Magno -jefe de las fuerzas armadas de Mindanao-, por par te del Gobierno, y Abdul Sahrin -jefe de los servicios de espionaje del FLNM-, en representación del grupo guerrillero.El texto afirma que la reunión de dos horas entre Aquino y Misuari -quien volvió recientemente de su exilio en Oriente Próximo- terminó "en un clima de sinceridad y esperanza".

La presidenta Aquino, por su parte, afirmó el mismo día que decidió viajar a Jolo -enclave de la guerrilla musulmana- en lugar de esperar a que el líder guerrillero se trasladara a Manila con el fin de demostrar a Misuari su sinceridad respecto a su deseo de lograr la paz "aunque sea a costa de las normas del protocolo y de casi todo".

Corazón Aquino prometió en su campaña electoral de febrero terminar con los conflictos que enfrentan al Gobierno con las guerrillas musulmana y comunista. El pasado jueves defendió su política favorable a la negociación con los rebeldes ante las recientes críticas procedentes de la Casa Blanca. Según Aquino, estos ataques no han sido hechos por el presidente norteamericano Ronald Reagan, sino por miembros aislados del Gobierno de EEUU, que pueden no desear que cumpla su promesa.

Aquino declaró en esa ocasión que no responderá a las críticas anónimas de funcionarios desconocidos que el pasado domingo le pidieron más dureza frente a la guerrilla comunista y otros grupos insurgentes. "El hecho es que seré yo quien decida lo que tenemos que hacer en este país", dijo la presidenta al añadir que no seguirá los dictados de EE UU en este u otros asuntos.

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