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CRISIS EN ALIANZA POPULAR

El ex secretario general de, Alianza Popular se muestra "consciente" de que entra "en una nueva fase política"

El hasta ayer secretario general de Alianza Popular (AP), Jorge Verstrynge, se mostró ayer "consciente» de que entra en una "nueva fase" de su "vida político y se manifestó "preparado y decidido a afrontar con toda dignidad la responsabilida0 que le "exige esta nueva situación". Verstrynge recibió ayer numerosas llamadas de apoyo y solidaridad procedentes de militantes de AP, y aunque recomendó a todos que se mantengan en sus puestos «por ahora" no pudo evitar la dimisión del presidente aliancista en Málaga, José Lorca.

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"Dentro de un mes diré todo lo que tengo que decir", comentó ayer Verstrytige, quien se negó a hacer más declaraciones que las contenidas en una breve nota en la que, además de mostrarse consciente de entrar en una nueva fase política, deseaba "la mejor suerte a mi partido y al nuevo secretario general".Verstrynge pasó ayer la mayor parte del día en un pequeño despacho, situado frente al Congreso de los Diputados. Fuentes próximas a éste no dejaron de insistir en que el paso dado ayer por Fraga supone "una evidente derechización" en el partido.

La operación de acoso y derribo iniciada hace tiempo contra Jorge Verstrynge como secretario general de AP se consumó, finalmente, ayer. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados y vicepresidente de AP, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, ya intentó, hace casi dos años, una sustitución de Verstrynge, tenazmente combatido por la vieja guardia de AP, que consideraba al secretario general "frívolo" y "excesivamente locuaz". Pero entonces Fraga frenó tales intentos y defendió a su joven secretario general. No en vano, Verstrynge, elegido para el cargo en 1980, había ejercido un papel decisivo en el apoyo a un Fraga políticamente desahuciado y al borde del retiro en 1979.

Fidelidad

A lo largo de casi seis años, Verstrynge fue la imagen de la fidelidad a la figura de Fraga. El presidente de AP, a su vez, le defendió tenazmente de los ataques que desde el aparato del partido se lanzaban contra el secretario general.

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Sin embargo, el entendimiento entre ambos fue deteriorándose progresivamente hasta que, el pasado mes de febrero, poco antes de la celebración del séptimo congreso nacional del partido Fraga anunció a Verstrytige su decisión de nombrar secretarios generales adjuntos a Juan Ramón Calero y a José María Aznar, decididamente alineados junto a Herrero de Miñón en la larvada guerra interna que desde hace meses padecía AP.

Ésta fue la gota que colmó el vaso del descontento de Verstrynge, a partir de entonces encuadrado en el nunca oficialmente reconocido sector crítico del, partido junto a su otrora enemigo político Alfonso Osorio.

Durante su mandato, Verstrynge trató de consolidar su influencia entre los, dirigentes provinciales aliancistas, siempre dificiles de manejar. La obsesión por ejercer un férreo control sobre las organizaciones provinciales llevó a Verstrynge a una dura batalla con el secretario de acción territorial, Juan Ramón Calero.

La fulminante destitución del hasta ayer secretario generado dejó de tener inmediatos reflejos entre algunos de sus partidarios periféricos. El presidente de AP de Málaga, José Lorca, dimitió ayer mismo, calificando la decisión de Fraga de "acto de autoritarismo desfasado", informa José Antonio Frías.

Por su parte, el diputado de AP por Valencia Carlos Manglano declaró a Efe: "Verstrynge es imprescindible como secretario general del partido. Además es más que un amigo; es para mi como un hermano. Por eso, donde esté Jorge estaré yo".

Actuación 'personal'

Al margen de estas declaraciones, varios dirigentes de AP se mostraron ayer en privado molestos ante la forma "unipersonal" como Fraga procedió a la sustitución del secretario general, "al margen de cualquier consulta al comité ejecutivo o a la junta directiva nacional (JDN), lo que puede no ser contrario a los estatutos, pero es, cuando menos, una falta de cortesía". La JDN de AP se reunirá el próximo martes.

Entretanto, la cautela ha presidido las declaraciones públicas -aunque no tanto las privadas- de los dirigentes aliancistas: así, Miguel Herrero de Miñón, uno de los vértices de la crisis interna de AP, se encontraba ayer concluyendo sus vacaciones en Asturias, y rechazó hacer cualquier declaración sobre el cese de su rival político.

Los dirigentes del Partido Liberal, asociado con AP en la Coalición Popular, tampoco tuvieron conocimiento previo de la decisión de Fraga, acogida con secreto regocijo por los dirigentes del Partido Demócrata Popular, para quienes el paso dado por sus ex socios aliancistas "es una clara involución". Pero ningún dirigente democristiano quiso pronunciarse sobre un. tema "interno de AP".

Además de sus afanes por hacerse con las riendas de la estructura provincial de AP, Verstrynge, que el próximo día 22 cumplirá 38 años, ha tratado, a lo largo de su permanencia al frente del aparato de AP, de mantener un talante liberal que hiciese olvidar sus pasadas ,connotaciones ultraderechistas.

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