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El proyecto de Presupuestos Generales del Estado estima que el Banco de España no obtendrá beneficios en 1986

El deseo del Ministerio de Economía y Hacienda de presentar un proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1987 con un déficit de caja equivalente al 4% del producto interior bruto (PIB) está encontrando algunas resistencias en el resto de los ministerios, que desearían contar con mayores ingresos y que consideran que Carlos Solchaga está infravalorando los ingresos totales del Estado previstos para el próximo ejercicio. El borrador estima que el Banco de España no tendrá beneficios este año y se piensa que se está infravalorando la recaudación por IVA.

El Ministerio de Economía y Hacienda ha presentado ante el Consejo de Ministros y la Comisión de Subsecretarios un proyecto de borrador de Presupuestos Generales del Estado, en su vertiente de ingresos, que levanta bastantes interrogantes sobre la realidad de las cifras recogidas en él. El objetivo de los Presupuestos declarado por el Gobierno es cerrar 1987 con un déficit de caja algo inferior en valores absolutos al de 1985, ID que representaría una reducción del mismo hasta el 4% del producto interior bruto frente al 4,5% previsto para 1985.Para llegar a esta cifra final se parte de la base de que la carga financiera de los déficit anteriores no se eleva y que los gastos deben guardar la debida correspondencia con los ingresos del Estado para que su diferencia sea la resultante final. En materia de gastos, los distintos ministerios aceptan, en mayor o menor grado, las limitaciones que desde Hacienda se hacen a sus programas, que, en Educación o Defensa, podrían ser importantes.

Pero la discusión, moderada en su tono en la actualidad y sobre la que se piensa que no llegará la sangre al río, se centra en las previsiones de ingresos que hace el Ministerio de Economía. Según esto, los ingresos por la implantación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en 1986 van a ser superiores a las últimas cifras manejadas por Economía, y seguirán creciendo a lo largo de 1987 sobre las estimaciones realizadas en el borrador ahora en discusión. Ello proporcionaría un cierto colchón a los controladores finales del gasto a la hora de alcanzar los objetivos previstos de cerrar 1987 con un 4% de déficit público.

Otro de los aspectos que han sorprendido en el borrador de presupuestos es que Economía considera que en 1987, con cargo a los resultados de 1986, el Banco de España no aportará una peseta a los ingresos del Estado.

Resultados decrecientes

Los beneficios obtenidos por el Banco de España en un ejercicio se ingresan íntegramente en el Tesoro en el ejercicio siguiente. Ello quiere decir que, si no se prevén ingresos para 1987, sólo se puede deber a que se considera que el banco emisor no tendrá beneficios durante 1986. La explicación que se da es que en momentos de problemas sobre los tipos de interés es mejor, contablemente, que no se presupongan unos beneficios que pueden no tener lugar.

Aunque la cifra de beneficios del Banco de España viene descendiendo en los últimos ejercicios -como consecuencia de que soporta la financiación de una parte del déficit público, mediante la retribución de los pasivos que bancos y cajas tienen que depositar obligatoriamente- no parece demasiado lógico que la disminución llegue a ser tan elevada como para que des aparezcan los beneficios, sobre todo si se tiene en cuenta que la acumulación de reservas en divisas tiene, obligatoriamente, que producir mayores ingresos por la colocación de estos recursos en los mercados internacionales y porque, al menos en lo que va transcurrido del año, el Tesoro ha reducido en cerca de un billón de pesetas su recurso al Banco de España. Por ello en medios de la Administración se piensa que Solchaga estaría intentando no aflorar ingresos "para convencer" al resto de los ministros de la necesidad de mantener un control de los gastos.

Otro de los aspectos concretos que no aparecen claros en el borrador del Ministerio de Economía y Hacienda se refiere a la cifra que el Tesoro tiene que desembolsar como seguro de cambio al endeudamiento exterior de las autopistas españolas. El seguro de cambio de las operaciones crediticias exteriores de las autopistas significa que el Tesoro tiene que pagar la diferencia existente de tipo de cambio entre el momento del vencimiento de los préstamos y la fecha en que se obtuvieron. El seguro de cambio ha supuesto un desembolso de 255.000 milllones de pesetas en los últimos nueve años.

El coste del seguro de cambio se ha ido elevando en la misma moneda en que la peseta iba perdiendo valor frente al resto de las monedas de los países industrializados, y así de un coste del seguro de cambio de 6.000 millones de pesetas en 1977 se pasó a más de 83.000 millones en 1985. Pero la tendencia del tipo de cambio de la peseta, en relación al dólar, ha variado sustancialmente en 1986, y se estima que será al menos estable durante 1987. La baja de tipos de interés abarata el servicio de la deuda exterior y, por tanto, de su seguro de cambio. Si en 1986 las estimaciones sobre el coste del seguro de cambio son ya claramente inferiores al de 1985 no parece lógico que se mantenga en torno a los 115.0190 millones en 1987.

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